VALÈNCIA. Nada tiene que ver la imagen con la que el Valencia CF Femenino entró en el año 2020, depresivo, sin confianza, sin identidad respecto al curso 2019-2020, con la que tiene desde que comenzó la presente campaña y cerrará el año. El fútbol del Valencia de José Bargues cuenta con argumentario completo en el trabajo defensivo y con capacidad de producirse en ataque combinando o afilando contragolpes. La recuperación psicológica respecto a las futbolistas que siguieron en la plantilla y la inclusión de las nuevas caras fue notable. Bien es cierto que el club anunció este lunes la desvinculación de la defensa canadiense Shanon Woeller, cuyo aportación no iba más allá de unos cuantos minutos en las doce jornadas completadas.
El caso es que el Valencia, salvo el tropiezo ante el Madrid CFF y el descalabro ante el implacable (para todos los equipos de la Primera Iberdrola) Barcelona, viene mostrando argumentos para hacer una buena temporada (como poco muy alejada de la versión de la incompleta por la crisis sanitaria 2019-2020, que tenía al Valencia en zona de descenso cuando se paró la compartición).
Resuelta la última visita a Zubieta con un buen empate ante la Real Sociedad (2-2), el Valencia buscará este martes meterse en el zurrón tres puntos más ante un Eibar que visita el estadio Antonio Puchades (16:00 horas). Con un partido menos, a tener pendiente un encuentro aplazado por contagios, el conjunto vasco tiene los mismos puntos que las valencianistas (14), ocupando zona templada de la clasificación. La victoria daría mayor rango al empate ante la Real, además de subir a 17 puntos y cerrar el año con un triunfo importante.
Y no solo puede resultar clave por la suma de tres en sí, sino porque, además, camino de los últimos partidos correspondientes a la primera vuelta de la Primera División Femenina, un primer objetivo, teniendo en cuenta como transcurrió el pasado ejercicio, sería tener un buen colchón de puntos cuando se alcance ese ecuador de la campaña, dado que en caso de tener que pararse la competición de nuevo por la pandemia del coronavirus en esta ocasión sí se producirían descensos y si no se completa el curso mandará la clasificación en ese momento de completar la primera vuelta. Y bajan cuatro equipos a Reto.
Ante el Eibar, el Valencia se medirá a un rival peligroso a la contra. La velocidad es una de las armas ofensivas de las vascas y que se traduce en mucho peligro a la espalda de las defensas. De una praxis basada en esperar atrás y salir a la contra, el conjunto de Iker Dorronsoro no es equipo fácil, sino que plantea partidos complicados, incómodos, procurando minimizar espacios a la espalda de su retaguardia y saliendo en velocidad al ataque, destacando nombres como el de Thembi, Sara Navarro o Llompart.
La convocatoria para este partido del Valencia la forman las porteras Enith Salón y Noelia Gil; las defensas Pujadas, Cubedo, María Jiménez, Esther, Kerlly, Beltrán y Ortiz; las centrocampistas Carro, Candela, Salmi, Andra, Alejandra y Torrodà; y las delanteras Bonsegundo, Asun y Jansen.