VALÈNCIA. El coronavirus se ha cruzado en el camino del Wydad Casablanca cuando el equipo lideraba la liga marroquí y seguía vivo en la lucha por conquistar la máxima competición continental. Mucho mérito en ello lo tiene el técnico español Juan Carlos Garrido (Valencia, 1969). EFE ha hablado con él.
Pregunta: ¿Hay mucha diferencia entre cómo se vive el coronavirus en España y en Marruecos pese a la cercanía que hay entre un país y otro?
Respuesta: Ahora mismo me atrevería a decir que se vive de forma parecida, las medidas son muy similares. Hay que estar en casa, salir solo para lo básico y lo estrictamente necesario. La ventaja de Marruecos es que estas se han tomado mucho antes de que se hubiese expandido el virus. Por lo tanto la incidencia con respecto a España es mínima.
P: Acaban de hacer obligatorio el uso de las mascarillas allí, quien lo incumpla puede ser castigado con penas de prisión. ¿Le parece excesivo?
R: No, me parece bien. Yo las pedí ayer en la farmacia y no había. He vuelto a bajar esta mañana y he comprado las que he podido traer. Me parece perfecto. Lo que no me parece bien es lo contrario, no llevarlas. Estando en la situación que estamos es obvio que cuando salgas tengas que llevar la protección aparte de que te obliguen a quedarte en tu casa, que es necesario y está bien.
Es evidente que se tiene que hacer porque hay un virus, porque hay mucho contagio, porque está muriendo mucha gente. Quizás lo que me parece sorprendente es que en España esto no se haya hecho desde hace muchísimo tiempo.
P: ¿Tiene todo el mundo acceso a una mascarilla en Marruecos? ¿Es fácil de conseguir?
R: Como ahora se ha disparado la demanda, imagino que las farmacias se van quedando sin productos aunque reponen. Lo que pasa es que esto también abre otro debate, el tema de la oferta y la demanda.
Hay mucha de la última, me imagino que a los farmacéuticos los fabricantes se las van encareciendo y esto hace que se vendan productos a lo mejor al doble. En una situación como esta habría que impedir que pasase porque entiendo que son productos de primera necesidad en este momento por la situación.
P: ¿Siente que ha aumentado la presencia de las fuerzas del orden en la calle? ¿Hay mucho control?
R: Aquí desde que se dijo esto la calle está llena de controles policiales. Yo no es que lo haya podido ver mucho porque tampoco es que salga como para poder verlo, pero sí que sé que es así. Hay controles estrictos, te diría parecidos a los que hay en España.
La gente se ha mentalizado de que se tiene que quedar en casa salvo razones justificadas y la gran ventaja, ojalá que podamos seguir diciendo esto, es que se han tomado las medidas cuando había muy pocos casos. Ojalá eso sea clave para que se pare el contagio y que en el caso de Marruecos, este sea mínimo. Sería fenomenal.
P: En un país donde se hace tanta vida en la calle... ¿estará ahora mismo irreconocible, no?
R: Obvio, hay poca gente. Casablanca es una ciudad con muchísima gente, con muchísimo bullicio. Ahora mismo, por lo poquito que yo he podido salir, no hay nadie. Es una sensación extraña porque es una ciudad que habitualmente está abarrotada.
P: En su caso el parón ha llegado en un momento incómodo porque ha sido cuando empezaban las cosas a decidirse. Iban primeros en la liga, estaban en semifinales de la Liga de Campeones de África. ¿Altera mucho los planes?
R: Altera la vida a todo el mundo. A los abogados, a los notarios, a los electricistas, a los fontaneros... también a la gente que nos dedicamos al fútbol y que es nuestra profesión. Ahora cada uno en su sector en lo que estamos interesados es en que la vida vuelva lo antes posible a su normalidad.
Mucha gente vive del fútbol, muchos queremos que vuelva. Como los señores de los restaurantes y los hoteles. Es nuestra vida, hablo en el aspecto personal y económico. Cuando se habla del fútbol parece que solo lo hacemos de Cristiano, Messi y compañía. Mucha gente vive del fútbol y no ganan millones de euros al año. Ganan mucho menos que eso y necesitan que el fútbol vuelva porque es su oficio.
P: Si el fútbol vuelve... ¿tocará hacer una nueva pretemporada?
R: Un equipo para competir necesita de cuatro a seis semanas de pretemporada en las que hay acondicionamiento físico, trabajo táctico... pero todos debemos asumir y aceptar que si debemos empezar la competición sin esa pretemporada y tenemos que hacerlo con dos semanas de entrenamiento, será así. Nadie estará en las mejores condiciones pero no todo va a ser ideal.
Tenemos que volver a poner la maquinaria en funcionamiento lo antes posible. El calendario estará más cargado, asumo que los primeros partidos serán a puerta cerrada sin público para evitar cualquier expansión del virus. No podemos pensar que empecemos en una situación ideal desde el primer minuto.
P: Ha comprado y donado material sanitario a hospitales de Valencia. ¿Cómo se siente uno pudiendo ayudar desde su posición?
R: Me siento muy bien por muchos motivos pero el final es cuando recibes la carta de los tres hospitales dándote las gracias y diciéndote lo que lo agradecen los sanitarios y lo que les ayuda saber que hay gente que está pensando en ellos. Somos muchísimas personas, cada una en su medida, las que hemos estado ayudando a la gente que en estos momentos más importante es ante esta crisis.
Pero también me gustaría acordarme de la otra gente, de la que está en casa sufriendo y que aparte de la salud ve cómo empiezan a correr peligro sus vidas, sus economías, sus pisos, sus negocios... es una situación que creo que se nos ha ido de las manos. Hay que pelear como sea y desde donde sea para encontrar soluciones efectivas con las que salgamos bien y rápido de esta situación.