VALÈNCIA. ¿Gayà, un contratiempo para Gattuso? La pretemporada está casi consumido a falta del Trofeo Naranja y el técnico italiano ya tiene prácticamente definido su once titular para el estreno liguero contra el Girona. En ese esquema figura Gayà en el lateral izquierdo y será casi idéntico al equipo que salga de inicio mañana contra el Atalante.
Sin embargo, más allá de algún imprevisto de última hora que pudiese llegar en forma de salida o lesión, Gattuso cuenta con que José Luis Gayà sea titular en su carril izquierdo. El problema reside en que el capitán del Valencia sigue pendiente de que el TAD se pronuncie de forma definitiva sobre la sanción de cuatro partidos por sus declaraciones tras el encuentro de la pasada temporada ante Osasuna en el estadio de Mestalla. Desde el club se ve injusta, a todas luces, la sanción de cuatro encuentros para Gayà y se va a llegar hasta el final para que la justicia deportiva le de la razón al club y libere al internacional del castigo.
En caso de no poder estar disponible, será Jesús Vázquez principal candidato para ocupar esa posición durante los encuentros ante Girona, Athletic, Atlético y Getafe. El canterano renovado hasta 2025 es el recambio natural para Gattuso en el carril izquierdo por delante de Toni Lato. En el caso de Lato, el jugador ha estado desempeñando la labor de extremo derecho durante la pretemporada ante la falta de efectivos en esa posición.
Al finalizar aquel encuentro, Gayà aseguró que el colegiado vio un penalti sobre Bryan Gil y no quiso pitarlo y que en el descanso les dijo que si lo hubiera señalado "lo hubieran quitado desde el VAR porque no había contacto". También criticó que le tuvieran que avisar desde ese video arbitraje de un "penalti clarísimo". "Tampoco podemos decir nada porque te sacan amarilla como a mí al final del partido. Hacen lo que quieren", lamentó.
Esas declaraciones provocaron que el Comité de Integridad de la Federación Española le abriera un expediente, cuyo instructor ha propuso que el capitán del equipo de Mestalla sea sancionado con cuatro encuentros, algo que asumió el comité de Competición y ahora ha ratificado el de Apelación.
Competición argumentó que con sus declaraciones Gayà aseguró que “el colegiado deliberadamente dejó de cumplir una de sus funciones”, algo que no sería en su opinión “una crítica legítima” ni de la “expresión de un desacuerdo” que podían estar amparados por la libertad de expresión. De este modo, establecía que podrían ser “atentatorias a la integridad del colectivo arbitral al cuestionar su imparcialidad”.