VALÈNCIA. Este pasado domingo día 5 de abril se cumplían exactamente 20 años de una de las grandes noches del Valencia CF en la Champions. Si hay un protagonista de aquella exhibición en la que el equipo, como colectivo, tumbó a una poderosísima SS Lazio plagada de estrellas, ese es Gerard López, autor de tres de los cinco tantos que dieron al Valencia CF un triunfo con el que se confirmó a ojos de toda Europa como un equipo preparado para competir sin complejos ante cualquier rival. El exvalencianista repasa este lunes en la sintonía de VCF MEDIA Radio la histórica goleada.
¿Te acuerdas de aquella noche histórica de hace 20 años?
¡Claro! No se me puede olvidar nunca una de las noches más mágicas del Valencia CF en Champions, en Mestalla hace ahora justo 20 años. Por mucho que pasen los años no se olvida una noche así, con todo Mestalla apretando, vibrando con el equipo y nosotros dentro del equipo correspondiendo a esa conexión con la afición con una exhibición para ganar a un equipazo como era la SS Lazio.
Ayer volvimos a revivir aquel gran partido a través de la APP y la web.
Sí, vi el partido en la web con mis hijos y mientras estaba recordando los 90 minutos, pero me acuerdo y tengo imágenes en mi memoria de todo el día, no solo del partido sino también de la concentración del equipo en El Saler, del trayecto desde El Saler hacia Mestalla en autobús, de la gente a las siete de la tarde apoyándonos en la Avenida de Suecia, del campo, de las estrellas de la SS Lazio, era un equipo espectacular… Y luego cuando empezó el partido ya todos centrados en lo nuestro, lo que sabíamos hacer muy bien, competir bien, defender con un equipo sólido, con una defensa veterana con Carboni, Angloma, Djukic, Pellegrino… Con Cañete en la portería y con la sensación de que sabíamos a lo que jugábamos.
Éramos un equipo ordenado, muy disciplinado, sin hacer grandes cosas ni un fútbol vistoso demostramos que íbamos a buscar el partido. En cinco minutos íbamos 2-0 y demostramos a toda Europa que el Valencia CF no era la Cenicienta, fue la confirmación de todo lo que habíamos hecho previamente contra grandes equipos como el FC Bayern, Manchester United, Girondins de Burdeos… Superamos dos grupos muy exigentes y ese partido fue el de la confirmación, en el que nos mostramos a toda Europa.
Y luego vino otra goleada en semifinales contra el Barça en Mestalla.
Sí, hace poco repasaba los partidos que jugamos y fueron dos grupos muy difícil. El Glasgow Rangers o la Fiorentina eran grandes equipos, también el PSV Eindhoven, al que el ‘Piojo’ marcó un gol increíble. Tuvimos que pasar dos grupos complicados, nos toca la SS Lazio que era el PSG de hoy en día, que firmaba a golpe de talonario… Tenía los mejores argentinos: Almeyda, Simeone, Verón… Los mejores yugoslavos, los internacionales italianos, Salas… Nedved era uno de los mejores equipos del mundo en ese momento.
Era un equipo que cuando lo veías a nivel de nombre era favorito y para nosotros jugar el primer partido fue una ventaja. Para nosotros era mejor demostrar primero en Mestalla que éramos un equipo muy fuerte en casa y en la vuelta gestionar el resultado. Nos iba bien jugar en campo propio y salir al contragolpe. Contra el Barça pasó lo mismo, vinieron con defensa de tres, con un equipo increíble, y fue la noche de Angulo. Con dos eliminatorias increíbles nos plantamos en la final y luego fue una desgracia, creo que no estuvimos a la altura.
¿Te ha dicho mucha gente que se perdió los primeros dos goles de partido?
Sí, sí… Muchísima. Vi las gradas de Mestalla viendo el otro día el partido y cuando empieza faltan 8.000 o 10.000 personas sin llegar. La gente que trabajaba estaba yendo a Mestalla y se perdió la exhibición inicial. Hubo gente que me decía ‘os podíais haber esperado un poquito más, nos hemos perdido los primeros goles’. La salida fue espectacular, en los primeros 20 minutos pudimos ir 3 o 4 a 0. Luego la SS Lazio empieza a tener el balón y luego marca el 2-1, pero los primeros minutos son propios de un equipo que tenía algo especial.
Aquel equipo de Cúper era sólido atrás y letal en ataque.
Era letal, sí, el equipo estaba hecho para jugar así. La portería cubierta con Cañizares y Palop, la defensa cubierta al cien por cien y no había complicaciones en la salida de pelota, Ayala y Carboni jugaban directo, no había pérdidas de balón en situaciones peligrosas. Farinós y yo éramos buenos peloteros para jugar a dos o tres toques sin perder, las dos alas Kily y Mendieta eran dos puñales y arriba había mucha velocidad con ‘Piojo’ y Juan Sánchez, Angulo, Ilie o Vlaovic. Eran puntas con movilidad, profundidad, rapidez y gol.
Yo tenía libertad para incorporarme como llegador desde segunda línea y Farinós me guardaba la espalda. Y si no estábamos nosotros estaban Milla o Albelda. Había muy buen banquillo, Cúper gestionó muy bien el vestuario, fue muy claro con nosotros con entrenamientos muy específicos, físicos y tácticos, el equipo lo llevó eso a la máxima potencia y fue un auténtico muro, muy fiable.
¿Tienes el balón de aquel partido firmado en casa?
No tengo el balón. No sé qué paso, si me lo llevé y luego lo regalé. No recuerdo que me lo firmaron los compañeros, mi mente estaba en una nube, tenía 21 años y no acababa de asimilarlo. Aquella noche fue la confirmación total de aquel equipo y también a nivel personal. Lo pensaba y creo que mi cabeza no estuvo ni para recordar que me podía llevar el balón firmado por los compañeros.
La gente en Valencia te recuerda con un cariño especial.
No puedo negar que Valencia es mi segunda casa, soy de Granollers, a media hora de Barcelona, hizo toda la formación el Barça hasta que me firma el Valencia CF con 17 años. Vine a una ciudad nueva, para mí no era traumático, en dos horas y media estaba en casa. Fue fácil para mí porque tuve un recibimiento positivo, la gente valoró que Gerard era una promesa que no veía futuro en el Barça y que se la jugó en el Valencia CF en une quipo que es un grande de España. No todo es Barça o Madrid, yo también tenía la opción del Madrid cuando vine a Valencia CF, me decidí porque Paco Roig insistió, porque Valdano habló mucho conmigo y me dijo que iba a ser importante con él.
Mi implicación fue total en la ciudad, hablar valenciano, la conexión con la gente, el vivir las Fallas e ir a la Plaza del Ayuntamiento, intentaba ir a las peñas en Burjassot, a Manises o adonde hiciera falta porque yo era joven, estaba soltero y no tenía críos. Se vivía un ambiente muy agradable, estuve muy a gusto, es mi segunda casa. Siempre he dicho que nunca quise marchar de vuelta al Barcelona. Después de este partido muchos equipos me llaman y me reúnen para decirme que es complicado retenerme si ponen la cláusula. Dije que yo quería quedarme, pero si lo veían como un negocio bueno para el club yo prefería irme al Barça, que era también mi casa, antes que ir a otro equipo del extranjero. En mi salida la gente valoró que era lo que tenía que pasar, no fue por forzarlo. En ese momento no hubo otra opción que aceptar la cláusula…
Tus hijos también son tu legado, son valencianistas.
La nena tiene cinco años y empieza a saber que el papá jugó al fútbol. El nene tiene 9 años y es más consciente de quién ha sido Gerard. Se fijan en todo, saben que yo en Valencia he sido querido, la conexión con Mestalla… A veces bajo a Valencia porque tengo amigos allí y tres o cuatro veces bajo para allá. El nene ve que cuando voy por allí la gente recuerda la noche de la SS Lazio y hace tres o cuatro días ya me dijo que le gustaba más el Valencia CF que el Barça, lleva la equipación Puma con el número ‘14’. El otro día en el mensaje que mandé a todos los valencianistas a nivel mundial mis hijos me plantearon hacerlo todos juntos con la camiseta y yo, orgulloso de demostrarle a todos que mis hijos son valencianistas.
¿Cómo ves al equipo, dirigido por un entrenador que conoces muy bien como Celades?
Lo conozco bien, le tengo aprecio, hemos coincido muchas veces hablando de fútbol. Hay que darle un margen de confianza, el año pasado fue una temporada muy buena, este creo que ha dado la cara en un año muy complicado a nivel de lesiones y de contratiempos. Me consta que tiene el apoyo de un vestuario con mucha personalidad, lo han recibido muy bien porque es un tío honesto, que va de cara, la gente está con él. El otro día decía que este momento de parón por la desgracia que estamos viviendo todos le va bien al equipo para rearmarse de cara a los últimos once partidos. La eliminatoria del Atalanta BC ha sido complicada por las circunstancias personales que ha traído, pero el rearmarse le puede venir bien al equipo y espero y deseo que se le dé confianza a Celades. El Valencia CF tiene que ser un equipo con mucha cantera y buenas apuestas a nivel de fuera. Ahí Celades es un hombre de fútbol y que tiene mucho conocimiento de mercado.