VALÈNCIA. El triatleta español Javier Gómez Noya confirmó que, tras un año centrado en la larga distancia y el Ironman, volverá a buscar competir en unos Juegos Olímpicos en Tokyo 2020, donde quiere "estar luchando con los mejores" y "no firma el bronce", porque aspira "al máximo", el oro, como colofón a su carrera.
"No firmo el bronce en Tokio, luego puede que sea un gran resultado, pero un deportista tiene que aspirar siempre al máximo, aunque luego la carrera te ponga en tu sitio", afirmó Gómez Noya en un desayuno organizado este lunes por Banco Santander en su sede central en Madrid, donde el deportista ha avanzado sus planes deportivos para 2019.
El triatleta comentó que "hasta junio" se centrará "en la corta distancia con las Series Mundiales". "La intención es verme cómo estoy físicamente para llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio. Quiero ver cómo respondo en distancia olímpica y, si me veo competitivo, que espero que sí, trataré de buscar la clasificación para los Juegos", añadió.
"He ganado carreras sin ser el mejor y otras he quedado segundo o tercero haciendo muy buena carrera. Ser competitivo es verme con posibilidades. Yo no quiero ir a Tokio por ir, yo ya he estado en unos Juegos y simplemente el hecho de participar no es algo que me motive, quiero estar luchando con los mejores. Y yo sabré si tengo esas opciones, soy bastante realista", señaló con firmeza sobre el gran objetivo olímpico.
Gómez Noya ha participado en dos Juegos Olímpicos de verano, en Pekín fue cuarto y en Londres logró la plata, por lo que "el oro olímpico es lo máximo" a lo que puede aspirar. "Aparte de estar entre los mejores, tienes que llegar allí, te tiene que salir el día perfecto. Es lo que tienen los JJ.OO, es una carrera cada cuatro años y a veces gana el mejor y otras veces no, pero cuanto mejor estés más posibilidades tienes", agregó.
"Para clasificarme para Tokio, está la prueba test allí en agosto; después por ranking olímpico o por criterio seleccionador. Al fin y al cabo tengo que demostrar que estoy entre los tres mejores españoles en las carreras", afirmó en relación a las distintas opciones para estar en Tokyo 2020.
Durante el 2018, en la prueba más importante del año, en Kona, el cinco veces campeón del mundo de Triatlón quedo en undécimo lugar, lejos de las primeras posiciones que se esperaban. "A Kona volveré antes o después, dependerá de mi rendimiento en corta distancia. Fue una experiencia muy buena, año diferente con nuevos objetivos en el que conseguí muy buenos resultados, sobre todo en el Mundial de Cairns, donde hice muy buen debut", analizó.
"Hawaii no fue como me hubiera gustado, pero aprendí que es una carrera muy complicada. Todos los grandes campeones que han triunfado allí, les ha costado varias ediciones llegar al éxito, sobre todo por las condiciones atmosféricas. Cuando cometes un error lo pagas caro, si hubiera sido más conservador seguramente hubiera estado más arriba, pero no iba a ganar", mencionó.
A pesar de ese resultado, el español tiene pensado volver a Kona "después de Tokio", porque "compaginar las dos distancias a un nivel alto es imposible". "Las competiciones me dirán donde estoy y me pondrán en mi sitio, pero la larga distancia habrá que aparcarla", amplió, porque quiere "tratar de buscar la excelencia deportiva", llegar a su "mejor nivel y plasmarlo en la carrera".
"El año de Ironman ha sido un gran aprendizaje, me ha permitido salir de la zona de confort y conocerme mucho mejor y aprender mucho de mi mismo", señaló sobre un 2018 que le ha servido para "cambiar los objetivos y refrescar la mente". "Cuando llevas 15 años compitiendo en distancia olímpica en el más alto nivel, a veces el cuerpo te pide un cambio", añadió.
Tras lograrlo en cinco ocasiones (2008, 2010, 2013, 2014 y 2015), conseguir el sexto Mundial "no es el objetivo", aunque llegado el caso "lo lucharía". "Cada vez hay más pruebas sprint, algo incompresible teniendo en cuenta que los Juegos son en distancia olímpica, pero hay que ir carrera a carrera, tratar de estar lo más arriba", comentó.