Gritos de esperanza

VALÈNCIA. Parecía imposible. Que nunca iba a llegar el momento de irse a dormir con una victoria en el zurrón. Que detrás de una derrota iba otra y, cuando no, una debacle. Que había que alinear varios astros y conseguir una gota de sangre de unicornio para que el Levante ganara un partido. Y así fue, más o menos. Tuvo que marcar Soldado su primer gol en Liga este curso, tuvo que reaparecer el Aitor salvador de siempre, el VAR, el Ciutat, el primer "¡Quico, vete ya!" de la grada en doce años y una pizca de fortuna para por fin añadir tres puntos al casillero. 

Orriols respiró este sábado. Alessio era la viva imagen del estadio al completo cuando llegó el 1-0 y miraba al cielo mientras prácticamente convulsionaba. Los gritos de esperanza se escucharon en los aledaños del coliseo granota mientras el equipo celebraba el triunfo como cuando alguien cumple un sueño. Y es que los últimos nueve meses han sido una auténtica pesadilla para el levantinismo que no tiene por qué haber terminado aquí. El camino del Levante hacia el milagro no ha hecho más que comenzar mientras los 11 puntos de la tabla mantengan la permanencia todavía a cierta distancia. 

Son cinco, de momento, los que separan a los levantinistas de la barrera. Y este domingo se juegan varios partidos, ninguno entre rivales directos, que pueden añadir algo más de tierra de por medio. La victoria es un respiro, prácticamente el fin de una era, la conclusión de un mal sueño que nadie se explica fuera de las fronteras del Ciutat... pero hay que continuar en la pelea. Alessio lleva un mes advirtiendo de que el primer triunfo iba a llegar de esta guisa: con sufrimiento extremo (aunque el de este sábado fue incluso más allá), con poca confianza, con esa suerte que le faltó al equipo en otros encuentros que acabó entregando... Ahora se abren las puertas de un nuevo horizonte. 

El reto ha de ser sacar 9 de 9 en los tres encuentros de "La Liga del Levante" que encadenará el club. El primero ha salido cara; ha de pasar lo mismo ante el Cádiz dentro de dos semanas y después contra el Getafe en el Coliseum. El momento de sacar la cabeza está por llegar, pero este mes de enero puede ser el de la auténtica resurrección a cargo del entrenador italiano. De ganar esas dos próximas citas, contando con la victoria de ayer, entonces los de Alessio se dejarán ver con todas las de la ley. Más aún ganándole el average particular a un equipo, el de Luis García Plaza, llamado a jugarse las cartas del descenso a final de temporada. La vida sigue y el camino espinoso continúa... aunque llueva menos y el sendero tenga otro color.