VALÈNCIA. Tras el partido ante el Granada en Mestalla vuelve a parar la Liga. El Valencia no tendrá ningún compromiso futbolístico hasta el próximo día 23, en el que visitará al Betis. Luego llegará ese partido de Champions ante el Chelsea que, quien sabe, puede marcar un antes y un después en la temporada. Por este motivo creo que, gracias a ese parón liguero que deja largos días de escasa actualidad futbolística, es buen momento para que los actores principales del Valencia CF rompan sus silencios. Para que se hable de lo sucedido y de lo que sucederá. Para que, de una vez por todas, se haga lo que siempre se ha hecho en una sociedad que se precie. Respetar el derecho fundamental a la información y a la libertad de expresión. Esto me viene que ni al pelo hoy en jornada electoral.
La agenda la empezará marcando el próximo martes Mateu Alemany en un céntrico hotel de la ciudad. A Mateu le pido que explique lo inexplicable. Digo inexplicable porque nadie entiende que el Valencia CF prescinda del que quizás es, a día de hoy, el mejor director general que pueda tener un club de fútbol. Y digo que lo explique, porque todavía andamos huérfanos de una respuesta institucional a los interrogantes que rodean el adiós de Marcelino y del propio Mateu. El ya exdirector deportivo del Valencia CF tiene previsto ofrecer una rueda de prensa de despedida. No veo mejor momento que para hablar alto y claro sobre todo lo que ha sucedido en el club desde que se levantó el título de Copa del Rey. No me cabe duda que Alemany será elegante. Siempre lo ha sido. Pero si tiene que ser duro o crítico…. que sea contundente. Nada de medias verdades.
Este parón liguero también es buen momento para que hable Anil Murthy. El presidente circunstancial del Valencia CF adquirió el compromiso público (ante las cámaras de televisión) de ofrecer una rueda de prensa para aclarar los despidos de la denominada la doble M, pero esta es la fecha en la que el diplomático sigue sin cumplir su palabra. No estaría de más que, aprovechando el descanso del próximo fin de semana, Murthy abandonara esa posición agresiva contra los medios de comunicación, esos a los que ya no permite ni ser espectadores de la realidad, y pusiera un poco de luz al final de este túnel institucional por el que transita la entidad.
Si puede ser, y los responsables de comunicación del club lo permiten, me encantaría poder leer o escuchar una charla en profundidad con Albert Celades. Pese a que todavía no lleva 100 días en el Valencia, fecha recurrente a la hora de hacer los primeros balances, el entrenador ya lleva tiempo suficiente como para hablar desde la sinceridad y no con las premuras de las previas y post partidos, sobre el tiempo que lleva en Mestalla. No me refiero a las típicas entrevistas cargadas de tópicos que se hacen cuando un técnico aterriza de nuevas en un club, sino en las que ya el entrenador ha construido su propio relato sobre el estado de la cuestión que rodea al equipo, el sistema de juego, los futbolistas, el club o el proyecto (si lo hay) .
Por último, a quien no espero escuchar ni esta ni en próximas semanas, es a Peter Lim. Me encantaría oír su voz. Pero ya he perdido la esperanza. Después de un lustro como propietario del Valencia CF sé que no hay ninguna posibilidad. Lo que no puede ser no puede ser y, además, es imposible. Tampoco me importa ya. Como si no quiere venir a Mestalla a ver los partidos de su equipo y prefiere ver al Salford City con sus amigos de cuadrilla. Él se lo pierde.