La meteorología se alió también con Button que saldrá desde la tercera posición. Alonso acabó decimocuarto tras un error en la estrategia de McLaren
VALENCIA. El piloto británico Lewis Hamilton (Mercedes) se alió con la lluvia que cayó durante la sesión de clasificación del Gran Premio de Austria para obtener la 'pole position' y salir primero este domingo, lejos de su compañero y rival, el alemán Nico Rosberg, que saldrá séptimo por una sanción.
El triple campeón mundial de Fórmula Uno recuperó la sonrisa que no había mostrado durante la primera jornada en el Red Bull Ring de Spielberg, en el que el viernes aseguraba que no había encontrado el punto, pero que este sábado vio cómo, en una agitadísima jornada de clasificación, se ubicaba en la primera plaza de la parrilla.
"Afortunadamente las condiciones han hecho que sea más fácil para mí. Con estas circunstancias depende de quien asuma más riesgos", aseguró un sonriente Hamilton que vio cómo su talento y las circunstancias de la jornada le ponían en la posición de privilegio para la prueba de mañana.
El inglés basó su éxito en el rápido secado de la pista austríaca, sobre la que cayó la lluvia en la parte final de la segunda sesión y que fue perdiendo humedad de una forma rapidísima, lo que provocó que los tiempos de los monoplazas fueran mejorando segundo a segundo.
En ese carrusel de mejoras, Hamilton siguió la estela de los más osados, entre ellos el Force India del alemán Nico Hülkenberg -que hoy fue tercero y saldrá segundo por la sanción a Rosberg-, para colocar los neumáticos ultrablandos en los últimos minutos de sesión y dar el golpe de gracia definitivo con un tiempo de 1:07.922, que le valió su 'pole' número 54, la quinta de esta temporada.
El británico fue el más certero de un final agónico en el que Rosberg se quedó a medio segundo de su compañero, en una batalla por un puesto lo más adelantado posible para un piloto que sabía de antemano que tendría que restar cinco puestos a la clasificación obtenida.
Esto fue debido a que tuvo que cambiar la caja de cambios por un accidente en los terceros entrenamientos libres, en los que perdió el control del coche al pisar uno de los pianos que delimitan el circuito.
Por detrás de los dos Mercedes en la clasificación de hoy, aunque pasará a la primera línea por las sanciones -y si no le sancionan a él por no respetar los límites en una bandera amarilla- quedó un sonriente Hülkenberg.
"El equipo ha dado un paso adelante", dijo el piloto alemán, que logró su mejor clasificación desde la 'pole' de Brasil 2010 con Williams. En Bakú, hace dos semanas, su compañero mexicano Sergio Pérez fue tercero, aunque hoy rompió la suspensión en la Q3.
El Ferrari de Sebastian Vettel, cuarto en la clasificación, es otro de los damnificados, aunque en su caso sabía con tiempo que la caja de cambios de su monoplaza tenía que ser cambiada quebrantando la regla de seis carreras seguidas, lo que dejará en la novena plaza al tetracampeón mundial alemán.
Ambas sanciones, las de Rosberg y Vettel, ponen al británico Jenson Button (McLaren-Honda) en su mejor situación en una formación de salida desde 2014, cuando fue tercero en Silverstone con McLaren-Mercedes. "Voy a disfrutar esto porque seguramente pase tiempo hasta que vuelva a conseguir esta clasificación", afirmó exultante el campeón mundial en 2009.
Su compañero de garajes, el español Fernando Alonso, fue decimocuarto hoy y el peor de los participantes en la Q2 después de un error estratégico, ya que su equipo no puso los neumáticos nuevos a su monoplaza desde el principio de la sesión, aún sabiendo que iba a llover y que había que marcar la vuelta rápida lo antes posible.
"Había previsión de lluvia, intentamos salir al principio de la Q2, pero en mi coche los neumáticos no eran nuevos, y cuando puse los nuevos ya había bandera amarilla", dijo el bicampeón mundial español, que definió la circunstancia como un "error de EGB", en referencia a la educación general básica.
Con peor sensación terminó el día su compatriota Carlos Sainz, que había tenido problemas mecánicos en los terceros entrenamientos libres, sus mecánicos consiguieron que el coche llegara a la Q3, pero al final de esa tanda vio cómo un denso humo blanco salía de su monoplaza. "Si tiene que pasar esto, mejor que pase aquí", dijo el madrileño, ya que Spielberg no es el circuito que más les beneficia.
En cualquier caso, para el equipo Toro Rosso el día fue completamente negro. Apenas unos minutos antes de que el coche de Sainz se pusiera a echar humo, el ruso Daniil Kvyat había tocado con el suyo una de las piezas amarillas en el suelo que delimitan la pista, lo que provocó que se rompiera la suspensión, perdiera el control del coche y acabara golpeándose contra las protecciones.
Los pianos y los 'kerbs' amarillos, las piezas que marcan el borde de las curvas y la parte que los monoplazas no pueden rebasar, han sido uno de los motivos de queja constantes de los pilotos durante este Gran Premio de Austria.
Kvyat, Rosberg, el holandés Max Verstappen (Red Bull) o el mexicano Sergio 'Checo' Pérez (Force India), que también se quedó fuera de la Q2 por una suspensión rota, fueron algunos de los afectados por averías relacionadas con estos elementos del circuito.
Salvando todos estos inconvenientes, Lewis Hamilton saldrá mañana desde la primera posición de la formación de salida y buscará adaptarse a las cambiantes condiciones del trazado austríaco -mañana se espera viento, baja temperatura, aunque la previsión no apunta lluvia-, en un circuito donde el espacio para adelantar es limitado, por lo que una buena salida puede ser media victoria