VALÈNCIA. El vigente recordman del mundo de jabalina paralímpica F12, Héctor Cabrera, ha tenido que reorientar tanto su entrenamiento como sus objetivos deportivos para este 2020, tras decretarse el aplazamiento de los Juegos de Tokio.
El campeón de Europa de la modalidad llegó a construirse un pasillo de lanzamiento en el jardín de su casa en Oliva durante el confinamiento, a la espera de poder reanudar las sesiones individuales al aire libre.
Sin embargo, sus sesiones se basaban ya en el mero mantenimiento de la forma física, puesto que no existía en el horizonte posibilidad alguna de realizar competiciones.
Sin embargo, el 22 de julio volverá a poder medirse a sus rivales durante el campeonato de España que se celebrará en el Estadio Larrabide de Pamplona, que abrirá nuevamente la opción de disputa de torneos oficiales.
Cabrera deberá hacerlo además en base a los nuevos criterios enviados a los atletas por parte del Comité Paralímpico Español, donde a través de un comunicado se les insta a la obligatoriedad de alcanzar (nuevamente) la Mínima B para asegurar su presencia en Japón en 2021.
De este modo, el valenciano tratará de obtenerla en su primera oportunidad en tierras navarras, aunque de no poder lograrlo dispondría de casi un año (hasta el 14 de junio de 2021) para poder conseguir refrendar su estado de forma óptimo.