VALÈNCIA. Hugo Guillamón ve la luz al final del túnel. Un bache que se ha extendido demasiado tras disputar el Mundial de Catar y renovar su contrato hasta junio de 2026. Un jugador capital para Gattuso y que poco a poco se fue diluyendo hasta llegar al ostracismo con un Baraja que no le ha dado la espalda.
El objetivo desde el cuerpo técnico es claro: hay que recuperar a Hugo Guillamón con cautela. El canterano ha bajado su prestaciones en el equipo, pero es un activo que hay que aprovechar sin que haya un retroceso. Esa premisa de Baraja es una hoja de ruta que en Mallorca comenzó a dar sus frutos.
Los últimos meses no están siendo fáciles para Hugo Guillamón. El cambio de estilo de juego, más sacrificado y sin balón le perjudicó. Su juego no es el mismo desde entonces y Baraja ha optado por exponerlo poco. Sus pocas vacaciones han provocado que su entrada en la dinámica fuese lenta, pero no se ha dado un paso adelante. Guillamón todavía no ha sido titular esta temporada y una de las claves es la importancia de Pepelu para Baraja.
En Mallorca, Guillamón tuvo 25 minutos para dar sentido al juego y los aprovechó. El canterano estuvo más suelto para encontrar soluciones a la fluidez del juego e incluso se detuvo la inercia ofensiva del rival. Guillamón ha dado el primer paso, toca hacer el definitivo.