VALÈNCIA. El Levante tuvo problemas en Santander. El más acusado, el de las lesiones. El club, que hasta el momento ha vivido una especie de bonanza postraumática respecto al pasado curso, vio cómo tres figuras se cayeron en cuestión de días. Primero, fue Jorge Cabello. El central zurdo de Telde se cayó de la convocatoria, que el Levante no ofreció hasta que La Liga facilitó la relación de futbolistas oficial para iniciar el encuentro frente al Racing. Cabello llegaba a la cita renqueante, por problemas en el sóleo en el entrenamiento del viernes, y acabó causando una baja que, salvo sorpresa, se mantendrá para el duelo de Castalia de la próxima semana.
No obstante, no iba a ser ese el único contratiempo, controlado en este caso por Julián Calero, que en la previa manejaba opciones para alternar en el eje central. A los diez minutos fue Iborra quien tuvo que pedir el cambio tras una acción en la que el Racing pidió penalti. No hubo castigo en forma de pena máxima, pero sí de lesión del moncandense, que había sido la opción primordial del cuerpo técnico para suplir la ausencia de Kocho por el viaje con su Selección. A las primeras de cambio, Lozano, que había sido el último sustituto de Kocho, volvió a buscar su elixir.
A esa baja, se sumó la de Brugui por problemas aparentemente en el tobillo. En una acción defensiva, en que el de Bàscara se desfondó para perseguir a Andrés Martín, un tropiezo provocó un golpe que ofreció pocas dudas para el jugador. Brugui pidió el cambio al poco tiempo de caer a tierra. En total, tres piezas que cayeron de golpe en Santander y que complican la vida de Calero para los próximos encuentros, con Pampín todavía en el dique seco. Algobia será el único que, a priori y a falta de las pruebas a las que este lunes habrán de someterse Brugui e Iborra, podría regresar en Castellón.
Calero confirmó a la conclusión del choque ante el Racing que Cabello sufre “una pequeña lesión en el gemelo” y que podría estar “quince o veinte días” de baja.