Hoy es 4 de octubre
VALÈNCIA. Tras una temporada decepcionante en todos los estamentos del club, la temporada arrancaba con serias dudas por parte de los aficionados valencianistas, que habían visto como un proyecto que llevó a la consecución del título de la Copa del Rey de manera brillante ante el Barcelona, se desmoronaba con la salida de jugadores que habían tenido un peso específico importante en el desarrollo del juego del equipo. Y peor aún, no fueron remplazados por jugadores de contrastada solvencia ni por entrenadores que dieran un plus de autoestima y competitividad que suplieran las debilidades técnicas y tácticas.
Fruto de ello fue una temporada nefasta y un calvario para los aficionados que veían que el equipo deambulaba por las zonas peligrosas de la tabla. En cambio, al finalizar la temporada y, tras muchos comentarios sobre la venta de la mayoría accionarial, el Valencia tomó decisiones que dan la sensación de que puede haber un viraje a lo sucedido el año anterior.
Se ha contratado a un entrenador Pepe Bordalás con una trayectoria contrastada y con una experiencia mayor y unos resultados mucho mejores a los anteriores inquilinos del banquillo valencianista. También se han tenido en cuenta las peticiones del entrenador y algunas se han concedido. Con estas decisiones el equipo ha mostrado una cara muy diferente y, aunque sólo se lleven tres jornadas y los equipos a los que se ha enfrentado el Valencia CF no son de los que mejor inicio están teniendo, las sensaciones que muestra al equipo son muy diferentes y están ilusionando a la afición. Analicemos las distintas líneas para establecer esa prometedora mejoría:
La situación de la portería diríamos que está sobradamente segura y bien cubierta. La aparición de Mamardashvili, que venía a ocupar la portería del filial, es una de las grandes noticias del verano valencianista. Las lesiones de Cillessen y de Jaume propiciaron su debut y sus magníficas actuaciones han propiciado que se haya convertido en el portero titular en estos momentos. El jugador está cedido, pero creo que a nadie se le escapa que el Valencia hará efectiva la opción de compra. Con él, y Cillessen y Jaume en la recámara, la portería no ofrece problemas. Cristian Rivero, que es otro buen portero, seguramente tendría que haber emigrado para tener minutos y seguir progresando pero le comunicaron tarde que tenía que salir y no hubo tiempo. Cuatro porteros, en todo caso, son demasiados.
Esta línea fue un verdadero dolor de cabeza la temporada pasada. De hecho una de las premisas del entrenador es mejorar en la faceta de encajar menos goles. Bordalás pidió desde el primer día a Alderete, al que conocía tras un enfrentamiento que tuvo con el Getafe, donde lo convenció. La propiedad se lo concedió y el jugador ha mostrado lo que se esperaba de él . Ofrece juego aéreo en las dos áreas, contundencia, desplazamiento y salida de balón, tanto en corto como en largo, y buen entendimiento con Gabriel Paulista. La mejora en ese centro de la defensa ha sido notable, aunque hay que sumar que la ayuda de los laterales y de los centrocampistas está siendo muy loable.
En los laterales Correia y Gayà, el gran capitán, siguen progresando dentro del buen tono que tuvieron en la parte final del campeonato. Gayà es uno de los verdaderos estandartes del equipo tanto dentro como fuera del campo. Piccini, Lato y Diakhaby, que al final no ha encontrado salida a otro club, junto con el canterano Jesús Vázquez, tendrán que esperar y aprovechar las oportunidades cuando alguno de los titulares tenga algún tipo de problemas tanto físicos o de rendimiento.
En esta línea destaca la ubicación de Guillamón en el eje del centro del campo por delante de la defensa, escoltado por Daniel Wass, que tras algunas dudas sobre su continuidad , se ha erigido en un pilar básico para Bordalás. En la parte izquierda del centro del campo emerge Cheryshev, que muestra su capacidad siempre que el aspecto físico no le reste continuidad. Y por la derecha el 10, Carlos Soler, que vuelve a esa posición en la que jugó con Marcelino, que le permite sacrificarse en defensa y tener la capacidad para llegar a situaciones de ataque. Su peso en el equipo está fuera de toda duda y el dorsal que lleva en su camiseta merecidísimo. Otro pilar valencianista con la capacidad de aparecer en las situaciones más complicadas y no rehuir responsabilidades.
Racic se sitúa como el comodín para dar descanso a cualquiera de los anteriormente citados. La contratación de Foulquier podría dar respiro tanto a la zona del centro del campo como a la defensa en el lateral derecho. Yunus, Jason y Álex Blanco tienen complicado tener minutos, aunque el estadounidense parece ser del agrado del entrenador y podría tener apariciones puntuales. La llegada de Hélder Costa en el límite del cierre de mercado les puede quitar oportunidades a Yunus, Foulquier e incluso a Cheryshev. El angoleño es un jugador rápido y hábil y mejora las posibilidades en las bandas.
Para esta posición el entrenador lo ha tenido claro desde el principio: la dupla Maxi-Guedes. Maxi en la posición más avanzada, aunque con movilidad y peleando todos los balones, y Guedes por detrás de él, con plena libertad de movimientos. Bordalás le ha dado libertad y confianza y el luso se parece mucho más al de la primera temporada y se le ve con muchos ánimos, con mucha energía y contento de seguir en el Valencia CF.
La llegada del deseado Marcos André abre el abanico de posibilidades en la zona y aprieta la competencia. Sobre la bocina llegó también por petición expresa de Bordalás, Hugo Duro, jugador joven que tiene la oportunidad de demostrar sus cualidades y ser alternativa en los partidos en los que se busque revolucionar el equipo. Manu Vallejo, en principio, tendrá que pelear mucho para tener hueco en el equipo y quizás debería haber buscado cobijo en alguno de los equipos que han preguntado por él.
En definitiva un equipo con muy pequeños retoques de jugadores y de posiciones que tienen en Bordalás al auténtico líder del proyecto y que, sin lanzar las campanas al vuelo, ha hecho renacer la ilusión y la esperanza en los aficionados. Sus jugadores le creen y compiten, pelean y corren como el entrenador les pidió. El inicio nos está gustando a todos. Este Valencia CF, sin ninguna duda, es mucho más fiable que el de la temporada anterior. Aparte de las incorporaciones, uno de los signos que indican que se ha reforzado el proyecto, es que los jugadores básicos de la anterior campaña siguen en el equipo. Y Pepe Bordalás tiene mucho que ver en ello. ¡A continuar por esa senda!.