Inaceptable

VALENCIA. “Me resulta difícil explicar lo que ha sucedido en la primera parte, ha sido inaceptable”. Son palabras de Gary Neville al finalizar el encuentro del Valencia ante el Rayo Vallecano, en un encuentro en el que el combinado valencianista volvió a mostrar una de las peores caras de la temporada ante un Rayo Vallecano que no se llevó el triunfo debido a su gran fragilidad defensiva que explica su situación en la tabla.

Llegaba a Mestalla el equipo más goleado de la Liga –y de las últimas temporadas-, que acumula ocho jornadas sin ganar, que venía segundo por la cola y después de perder en casa del colista, con una defensa llena de bajas pero el Valencia no fue capaz de tirar entre los tres palos en la primera mitad, pero ni siquiera hacer un atisbo de peligro a Juan Carlos. Algo, como dijo Neville, inaceptable para la grada de Mestalla.

La afición esperaba ver la reacción de sus jugadores con el impulso de la Copa del Rey y con la esperanza de empezar un atisbo de remontada en Liga para mejorar la imagen y para tranquilizar a muchos aficionados que empiezan a mirar ya a la parte baja de la tabla más que a la zona alta, pero nada más lejos de la realidad puesto que el Rayo fue claro dominador del partido y campó a sus anchas por Mestalla, ante la pasividad valencianista.

Dani Parejo, que volvía al once tras descansar ante el Granada, fue uno de los que más desesperó a la grada. El centrocampista mostró una actitud que recordó a la de sus inicios en el Valencia y que repercutió en el equipo. Y es que, el Valencia es un reflejo de su capitán, lento, apático y falto de carácter y liderazgo.

Gary Neville introdujo dos variantes importantes en el once inicial. La principal llegó en la portería con la presencia de Mat Ryan que salvó al equipo en la jugada clave del partido. El Rayo pudó hacer el cero a dos, pero el guardameta hizo dos buenas paradas para evitarlo en la previa del empate del Valencia, obra de Negredo, la otra gran novedad en el once. El partido del vallecano fue muy discreto, pero se sacó una nueva genialidad de la chistera para poner el empate en el marcador.

En el segundo tiempo la actitud del equipo mejoró algo, pero insuficiente para hacerse con los tres puntos debido de nuevo a la pasividad defensiva, en esta ocasión en una jugada de estrategia donde Barragán dejó rematar completamente solo a Diego Llorente que puso la pelota en la escuadra de la meta de Ryan.

El equipo intentó hacerse con los puntos en el tramo final, pero se mostró sin ningún plan para hacerlo y con la impresión de que cada futbolista hacía la guerra por su cuenta y pendiente de la inspiración de alguno de los futbolistas de calidad del equipo, como había sucedido con el primer gol fabricado desde el centro del campo por Negredo.Y así llegó el empate, gracias al ímpetu de Paco Alcácer y al regalo de la defensa rayista, que mostró porque es la más débil de primera, que le regaló el balón franco a Bakkali para que se lo pusiera al nueve del Valencia que sigue con su idilio con el gol, marcando su noveno gol en Liga.

Pese al mal partido del Valencia y su nula actitud en la primera parte, el árbitro volvió a aparecer en una jugada decisiva en contra de los de Neville anulando un gol legal. Los errores de los colegiados en contra del Valencia se hacen latentes casi partido tras partido y es que ‘a perro flaco todo son pulgas’ y es algo que al cuadro valencianista se le está viendo esta campaña, con las lesiones y los errores arbitrales.

El jueves vuelve la Copa del Rey, la vía de escape en este mes de enero. El Valencia debe cambiar la actitud si quiere optar a algo importante puesto que lo mostrado ante el Granada y Rayo Vallecano no será suficiente para alcanzar grandes metas en la competición.