El taekwondista valenciano está en uno de sus momentos más dulces como deportista tras haber repetido el oro en el Campeonato de España Junior en 2017 y 2018
VALÈNCIA. Iñaki Boix (28/05/2001 (Gandia, València) está viviendo uno de los momentos más dulces como taekwondista. La categoría junior de nuestro país no se le resiste al deportista del Proyecto FER, que ha repetido oro en el Campeonato de España en 2017 y 2018. Con una gran proyección por delante, el valenciano va dando pasos de gigante para estar algún día entre los mejores.
“Ha sido un año de experiencias, de títulos, pero sobretodo como uno de los mejores años que he vivido. Conseguí muchas medallas, las más importantes son los dos oros en el Campeonato de España 2017 y el 2018 y el oro en el Campeonato de Holanda en 2018” relata Iñaki a Plazadeportiva.com sobre sus éxitos más recientes. Pese a su gran estado de forma, al gandiense se le han resistido algunas competiciones internacionales: “Me ha faltado conseguir medalla en el Europeo de Chipre y en el Mundial de Túnez”.
El hecho de haber llegado tan lejos fuera de nuestras fronteras ya supone para él estar en la dirección correcta. “Me siento orgulloso de todo lo conseguido y de haber ido al Mundial y al Europeo Junior”, confiesa el taekwondista. Si bien es cierto que para todo deportista tiene algo de especial vestir los colores de su país. Iñaki admite que “lo que realmente me hizo especial ilusión, es haber sido seleccionado para participar en el clasificatorio para los Juegos de la Juventud, que aunque no podré participar en ellos, haber sido uno de los tres representantes españoles masculinos fue un gran honor”.
Los retos a corto plazo del deportista del Proyecto FER no le alejarán de tierras valencianas: “Mis próximas competiciones son el Open de la Comunidad Valenciana y el Europeo por clubes que serán los próximos meses en Castellón. Espero formar parte del pódium en ambas competiciones“.
Iñaki está preparado para continuar en esta línea ascendente de las últimas temporadas. Desde pequeño sabía que quería llegar lejos en este deporte. “Mis comienzos fueron a los cuatro años en un pequeño club de Gandía donde no se promovía el combate. Mis padres me llevaron a probar y me gustó porque era muy entretenido. Después llegaron mis ganas de competir y cambié al club al que pertenezco actualmente: Club Taekwondo la Safor Gandía, donde aprendí todo lo que sé de combate”, relata el taekwondista.
El gen competitivo lo lleva desde entonces y, ahora, con 17 años, va a perseguir sus sueños que pasan por “participar en unas Olimpiadas” al mismo tiempo que cumple con las obligaciones de todo adolescente y las responsabilidades de un deporte profesional.
“Lo llevo bien, si te gusta lo que haces y no es complicado. Voy a clase por las mañanas y a entrenar por las tardes. El mayor sacrificio es a nivel personal porque no siempre puedes disfrutar de todos los momentos de ocio que se presentan con los amigos”, explica Iñaki sobre las dificultades de compaginar el colegio y el taekwondo.
En lo que es su disciplina en sí, el valenciano señala que "lo más difícil de este deporte es mantener el control de peso que es muy estricto. Pero bueno, al final uno se acostumbra porque no simplemente es entrenar, también hay que descansar y comer bien". Unos hábitos que son más fácil de adquirir gracias a la ayuda del Proyecto FER, que abarca una amplia variedad de aspectos. "Para mí es un orgullo haber sido seleccionado para formar parte de este proyecto y es una satisfacción que se reconozca el esfuerzo que he realizado como deportista", concluye Iñaki.