VALÈNCIA. Más allá de las iniciativas que se puedan estar cocinando entre bambalinas para poner fin a la pesadilla que Meriton está suponiendo para el Valencia CF en las que un servidor -pesimista o realista que es uno- no tiene depositadas muchas esperanzas a no ser que aparezca un ‘caballo blanco’ con con muchos supermercados a sus espaldas, surgió una este verano muy interesante por la vía judicial apadrinada por D. Antonio Sesé. Con independencia de las filias y fobias que pueda despertar Sesé por el hecho de haber sido cercano y después enemigo de tirios y troyanos -igual que sucede con Miguel Zorío- sí creo justo reconocerle al empresario la valentía que supone abrir una vía judicial de tal envergadura y poner a trabajar en el asunto a un bufete de abogados muy prestigioso y... también muy caro.
He tenido la paciencia de leer la querella y también el auto de la jueza en el que argumenta la no admisión a trámite de la misma. Mi percepción es que la querella contiene un buen número de indicios que deberían ser suficientes como para que la jueza abriera las diligencias oportunas con las que poder recabar la información necesaria que Meriton niega y dilucidar así si ha habido o no administración desleal, imposición de acuerdos abusivos por parte del accionista mayoritario, corrupción en negocios privados y blanqueo de capital por parte del entramado de Peter Lim y... me da la sensación, desde mi obvio desconocimiento de asuntos jurídicos de este calado, que su Señoría ha optado por ponerse de perfil. Argumenta en su auto que no hay constancia de que Peter Lim sea socio de Meriton ni de Jorge Mendes no dando a lugar a una investigación encabezada por su juzgado que pueda esclarecer dicha relación así como todos los indicios que se apuntan en la querella y que, según el propio auto de la magistrada, sólo se sustentan en recortes de prensa y programas deportivos. Con todo el respeto a la decisión adoptada sí me parece relevante que se descarte como indicio una información publicada por los medios de comunicación cuando ha sido de esa la manera con la que han iniciado muchas otras causas de corrupción en nuestro país sin dar, necesariamente, por veraz lo publicado pero sí utilizándolo como hilo del que tirar en una investigación profunda y con los instrumentos legales de que dispone un juez para requerir información y documentación de las partes. Si embargo la Sra.Jueza lo ha desestimado y, una vez presentado el recurso correspondiente, será la Audiencia Provincial de Valencia la que estudie el caso.
A tal respecto y a la espera del pronunciamiento de la Audiencia, me llamaron mucho la atención las palabras vertidas por D.Miguel Durán el pasado jueves en ‘Tribuna Deportiva’. El archiconocido abogado explicó los motivos del recurso, se reafirmó -como era de esperar- en los indicios con los que armó la querella por encargo de D.Antonio Sesé y se mostró sorprendido por la decisión de la jueza que no ha admitido instruir la causa. Hasta ahí... todo normal, pero dejó flotando en el aire alguna que otra sospecha muy inquietante. Manifestó el Sr.Durán su escasa falta de Fe con respecto al recurso desde el argumento de que los ‘poderes fácticos’ puedan acabar imponiendo su interés por encima de la administración de justicia. Literalmente dijo: ‘mi capacidad de credulidad en la imparcialidad de los jueces en aquellos procedimientos que tienen que ver con poderes fácticos o con gente de poder es manifiestamente mejorable”. Para un españolito de a pie como el que suscribe... abracadabrante.
No es que yo quiera , ni muchísimo menos, abrir aquí un debate sobre la independencia del poder judicial en nuestro país. Ni estoy capacitado ni soy quien para hacerlo. Realmente me encantaría que la querella fuese admitida a trámite para saber qué hay detrás del disparate que está perpetrando Peter Lim en el Valencia. Tanto si es para que pague por sus ‘pecados’ como si es para demostrar que no los ha cometido y que... simplemente estamos ante un inútil absoluto. Pero me dejan muy intranquilo las declaraciones del abogado: ¿es Lim en sí mismo y/o con su entramado empresarial un ‘poder fáctico’ capaz de doblegar a la justicia española? Sinceramente quisiera pensar -a lo mejor soy muy ingenuo- que vivo en un Estado de Derecho donde esas cosas no ocurren. Si soy yo el equivocado, con la misma atención que he leído la querella, el auto de la jueza y el posterior recurso interpuesto, leeré la denuncia del Sr. Durán contra aquel miembro de la administración de justicia que haya visto vencida su imparcialidad ante el ‘poder fáctico’ de Singapur. De no ser así, la poca credulidad manifestada por el Sr Durán acabará siendo un brindis al sol que quedará como el berrinche del ‘forofo’ que le echa la culpa al árbitro de una derrota.