El Ayuntamiento de A Coruña ha iniciado la reparación de los desperfectos que ocasionaron en la cubierta del estadio de Riazor
VALENCIA. El Ayuntamiento de A Coruña ha iniciado la reparación de los desperfectos que ocasionaron en la cubierta del estadio de Riazor las fuertes rachas de viento que se registraron en la ciudad gallega la semana pasada con el objetivo de que la instalación esté en condiciones de acoger el siguiente partido el día 18.
Los operarios que se encargan de las obras han iniciado los trabajos a primera hora con la instalación de una grúa que les permite acceder a la techumbre de uno de los fondos, el de Marathon, para proceder el saneamiento de las uralitas que quedaron parcialmente dañadas por el vendaval y, posteriormente, cubrir los huecos que han quedado.
Esa grada y la del otro fondo, Pabellón, han sido las más perjudicadas por el temporal que en la madrugada del jueves al viernes de la semana pasada se llevó parte de las planchas de la cubierta e impidió que se pudiera celebrar el partido entre el Deportivo y el Betis, previsto para ese día a las 20:45 horas, ante el riesgo que podía suponer para los aficionados.
En ese momento se había barajado la opción de cerrar Pabellón y precintar una parte de Marathon, pero como el partido iba a coincidir con una nueva alerta meteorológica por viento y no se podía acceder al tejado hasta que mejoraran las condiciones del tiempo, se optó por suspender el encuentro.
El estadio de Riazor es de titularidad municipal y en el año 2000 el Ayuntamiento y el Deportivo, entonces con Augusto César Lendoiro como presidente del club y Francisco Vázquez como regidor municipal, acordaron que el club se responsabilizaba de la instalación en régimen de concesión durante 25 años a excepción de las cubiertas.
La techumbre del campo coruñés espera desde hace años una actuación global para mejorar el estado en que se encuentran, una obra que no tiene que ver con las tareas de reparación que han empezado a acometerse para subsanar los desperfectos.
En junio de 2014, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de A Coruña, entonces con Carlos Negreira (PP) al frente de la alcaldía, aprobó la licitación del proyecto de renovación de las cubiertas con un presupuesto de 2,9 millones de euros.
La ejecución del proyecto se establecía en un plazo máximo de dos años, aunque iba a depender de la climatología y de la actividad del Deportivo.
Las obras previstas, que fueron adjudicadas a la empresa Dragados, incluían el cambio de 14.000 metros cuadrados de cubierta que llevaban entre 16 y 22 años sin tocarse y presentaban un importante deterioro con corrosión de algunos de sus elementos.
Sin embargo, hace unos meses, el Gobierno local, con Marea Atlántica al frente, llegó a un acuerdo para rescindir el contrato con la constructora porque esta consideraba que era inviable ejecutarla según había sido proyectada.
En septiembre del año pasado, el actual alcalde, Xulio Ferreiro, indicó a los periodistas que a pesar de que los "informes" del Ayuntamiento discrepaban con los de Dragados sobre la posibilidad de realizar la obra, veían "conveniente, con un poco más de dinero, una actuación de otro tipo, con una cubierta nueva, en vez de parchear la de Tribuna y Preferencia".
Además, aseguró que la renuncia de Dragados al contrato no iba a tener "contrapartida económica para el Ayuntamiento, dado que la empresa renunció a cualquier indemnización".
La intención inicial del Gobierno local era que una parte de la obra pudiera licitarse antes de que acabara 2016, pero finalmente se ha previsto la licitación para 2017 con el objetivo de que ejecutarla en los próximos años.
El nuevo proyecto implicará una partida presupuestaria superior y se acometerá la sustitución completa de las cubiertas de Preferencia y Tribuna, las más antiguas, y la rehabilitación de las de los fondos, que son las que se han visto afectadas por el temporal.
El Deportivo ha reclamado desde hace tiempo la actuación en las cubiertas del estadio, que ya se han visto dañadas cuatro veces desde que Tino Fernández accedió a la presidencia del club en enero de 2014.
En febrero de ese año, otro temporal causó destrozos en Riazor a un par de días del partido ante el Sporting; el 8 de enero de 2016, el estadio sufrido desprendimientos por las rachas de viento; y el 11 de abril del año pasado se desprendieron trozos del tejado horas antes de un partido ante la UD Las Palmas y hubo que acordonar parte de Pabellón.