El Valencia ha respondido durante toda la temporada a los parones ligueros y quiere cerrar el último con victoria ante el Leganés. Hasta ocho futbolistas llegan con desgaste por la concentración con sus respectivas selecciones
VALÈNCIA. Invictos tras los parones. Si hay un equipo esta temporada al que le han sentado bien los descansos es al Valencia de Marcelino García. El equipo ha sabido recargar energías en las pausas de la competición liguera durante toda la temporada e incluso le ha servido para tener quizá algo más de frescura sobre sus rivales.
Durante una campaña cargada de compromisos internacionales por la presencia del Mundial de Rusia el próximo verano, la liga ha tenido cuatro 'frenazos' desde que arrancara el pasado mes de agosto. En esos intervalos, el Valencia ha conseguido un balance positivo de dos victorias y dos empates. De este modo, el club de Mestalla ha respondido con creces en los parones ligueros y ahora quiere cerrar el último con victoria ante el Leganés en Butarque el próximo domingo.
En este sentido, Marcelino García Toral no ha podido trabajar con el grueso de su plantilla ya que ocho futbolistas han afrontado este periplo internacional. Cuatro de ellos son indiscutibles para el técnico como es el caso de Neto, Parejo, Carlos Soler y Rodrigo Moreno. Por tanto, es probable que el asturiano practique alguna rotación de cara al partido ante el cuadro pepinero como ya ha hecho anteriormente en los anteriores parones ligueros.
El primero de ellos fue una vez cosechado un valioso empate en el Santiago Bernabéu, con el grueso del equipo todavía por consolidar y cimentar. El Valencia cerró el mercado el 1 de septiembre con los fichajes de Andreas Pereira y Gonçalo Guedes. Marcelino empleó esas dos semanas para comenzar a que su plantilla con siete caras nuevas, fuera cogiendo automatismos. El Atlético de Madrid fue la primera prueba y el partido acabó con un 0-0 en el que ambos equipos mostraron su solidez.
En el mes de octubre, los compromisos internacionales volvieron a aparecer y fue el escenario idóneo para que Marcelino diera forma a un Valencia que empezó a destacar ante sus rivales por su espléndida pegada. Los valencianistas adquirieron una identidad y se confirmó la explosión de Gonçalo Guedes. El Valencia goleó por 3-6 al Betis de Quique Setién y se alzaba a la segunda posición de la clasificación.
Cuatro victorias ante Betis, Sevilla, Alavés y Leganés antes del tercer parón liguero ponían al Valencia en una situación utópica a principio de temporada. A mediados de noviembre, el Valencia visitaba Cornellà y necesitaba ganar para llegar en opciones de pelear el liderato en Mestalla contra el FC Barcelona. La carga de partidos ya comenzaba a acumularse en algunos de los hombres importantes y el entrenador valencianista optó por hacer las primeras rotaciones importantes de la temporada. Carlos Soler, Guedes y Zaza comenzaron desde el banquillo y salieron en la segunda parte a excepción del italiano. El Valencia logró sumar los tres puntos gracias a los goles de Kondogbia y Santi Mina.
En el mes de diciembre, las lesiones comenzaron a aparecer en el Valencia. Los de Marcelino llegaron un poco justos físicamente y agradecieron las vacaciones navideñas para 'recargar las pilas' y afrontar un mes de enero que acabó siendo frenético entre Liga y Copa del Rey. En esta ocasión, el Valencia sacó un empate en el partido de ida de los octavos de Copa en Gran Canaria y también le ganó al Girona en Liga tres días después.
En definitiva, el Valencia se ha mostrado inmune al 'virus Fifa' durante toda la temporada y Marcelino espera que este 'descanso' sirva para dar un último empujón en estas nueve jornadas y sellar cuanto antes la clasificación para la próxima edición de la Champions League.
