VALÈNCIA. El alicantino Iván Cano, subcampeón paralímpico en Tokio 2020, concluyó este sábado quinto la final de salto de longitud, clase T13 de discapacitados visuales, y se quedó en el Estadio de Francia sin repetir medalla en los Juegos de París.
Iván Cano, de 28 años, comenzó el concurso con un salto de 6,28 metros al que le siguió otro de 6,76, el mejor de los seis que hizo, ya que de los cuatro siguientes dos fueron nulos y otros dos más cortos.
La medalla de oro en un abarrotado Estadio de Francia se la llevó el azerbaiyano Orkhan Aslanov, que llegó hasta los 7,29 metros. La plata fue para el estadounidense Isaac Jean-Paul con 7,20 y el bronce para el brasileño Paulo Henrique Andrade también con 7,20.
"Ellos han estado muy bien. Yo al principio he tenido unos problemas de ajuste. Después no sé qué ha pasado ahí con un salto que me habían dado nulo. La árbitro me mostraba otro salto. Veremos cómo podemos mejorar y, sobre todo, de cara al ciclo que viene, intentaremos buscar esos cambios que nos lleven a cumplir el objetivo de sacar la medalla", dijo Cano, al término de su prueba.
El atleta español nació con albinismo oculocutáneo, una enfermedad congénita que provoca que la que la mácula del ojo se quede a un 60 % y además afecta a la agudeza visual lejana. La falta de melanina le causa, además, fotofobia por eso siempre lleva gafas de sol.
Cano cuenta entre sus éxitos deportivos con la medalla de plata lograda en la prueba de salto de longitud de los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, en el que fue su debut en una competición de este nivel.
El saltador de Alicante también ha participado en cuatro mundiales, en los que ha sumado a su palmarés la plata en Doha 2015, el bronce en Dubai en 2019 y el quinto puesto en Londres 2017. En la última cita mundial disputada en París 2023 realizó el mejor salto del equipo español, 5,99 metros, pero quedó fuera de la lucha por las medallas con una décima posición.
En 2018, Cano fue campeón de Europa en Berlín, mientras que, dos años más tarde, se proclamó subcampeón. No obstante, su mejor registro de siempre son los 7,04 metros firmados en los Juegos Paralímpicos de Tokio.