Jasper Philipsen se reivindica con un triunfo en la undécima etapa del Tour

VALÈNCIA. El ciclista belga Jasper Philipsen (Alpecin Deceuninck) se reivindicó al ganar al esprint este martes la undécima etapa del Tour de Francia, disputada entre Orléans y Saint-Amand-Montrond sobre 187,3 kilómetros, mientras que el esloveno Tadej Pogacar (UAE Team Emirates) sigue líder en la general, que se mantuvo sin cambios.

El belga, campeón de la clasificación por puntos y vencedor en cuatro etapas en la pasada edición de la carrera francesa, consiguió su primer triunfo en este Tour en el que ya había sido segundo en dos etapas, y había protagonizado polémicas por dejar sin espacio para esprintar a sus rivales.

Gracias al gran trabajo de su equipo, en especial por parte del campeón del mundo en ruta, Mathieu van der Poel, ejerciendo de lanzador, el campeón en la Milán-San Remo este año logró alzar los brazos por primera vez en esta edición de la 'Grande Boucle'.

Detrás de Philipsen llegó el actual líder de la clasificación por puntos, el eritreo Biniam Girmay (Intermarché Wanty), que ya ha ganado en dos jornadas, pero no pudo con el poderío del Alpecin y su velocista Philipsen, después de una etapa accidentada en la que sufrió dos pinchazos. El alemán Pascal Ackermann (Israel Premier Tech) cerró el podio.

Fue una etapa completamente llana y que los ciclistas afrontaron de transición. Tan solo hubo un intento de fuga protagonizado por el belga Kobe Goossens (Intermarché-Wanty), que fue cazado a falta de 122 kilómetros de meta, después de transitar en solitario durante más de 30 kilómetros sin lograr abrir brecha.

El empuje de los equipos de los velocistas combinado con la falta de ganas de los corredores, resultó en una etapa anodina y sin apenas espectáculo que significó una oportunidad perdida en este Tour después de la primera jornada de descanso de este lunes, que suele deparar sorpresas si el recorrido acompaña a ello.

Este miércoles, la 'Grande Boucle' disputará su duodécima etapa entre Évaux les Bains y Le Lioran sobre 211 kilómetros, una jornada de media montaña que promete más emoción, con un puerto de primera categoría a 30 kilómetros del final, que eliminará a los velocistas más puros y dará oportunidades a corredores más explosivos.