VALENCIA.- “Muy satisfecho”. Así de contundente se mostró el director del Urbans Festival Llorenç Miralles, que este fin de semana celebró en València su tercera edición. “Hemos notado que el año pasada vino mucha gente que paseaba por el antiguo cauce del río y al oír la música y ver lo que había se quedaban, pero este año se ha notado que había un público específico, que ha estado durante todo el día desde el principio hasta el fin”, añade.
Los datos avalan el optimismo de Llorenç: frente a los 6.000 espectadores de la edición pasada este año “hemos superado con creces los 8.000. Desde luego, es el mejor aliciente para seguir creciendo”. Para el responsable del evento dos son las claves de este éxito: que todas las pruebas eran puntuables para el campeonato de la Comunidad Valenciana y que el hecho de que el skate y el BMX vayan a ser competiciones olímpicas en Tokio 2020 –parkour será de exhibición, pero tendrá carácter oficial en París 2024– está animando a muchos aficionados a federarse a y tomárselo más en serio.
Afortunadamente, el principal temor de los organizadores no se vio cumplido. “Tuvimos que cambiar las fechas por las lluvias de septiembre, y eso normalmente pesa porque el calendario nacional está cada vez más apretado pero casi nos ha venido bien: aumentaron las inscripciones, sobre todo de fuera de València y de la Comunitat”, apunta Miralles.
Así, la skate plaza del antiguo cauce del río se han convertido por dos días en el epicentro de los deportes y la cultura urbana. “Las actividades paralelas, además, no han servido para atraer a muchas familias con niños y poder conocer de primera mano una realidad cada vez más extendida y que no va a parar de crecer. Esa especie de leyenda negra que rodeaba la cultura urbana es cada vez más cosa del pasado”, añade el responsable del Urbans Festival.
“Desde el momento en que la falla de la plaza del Ayuntamiento la diseña un grafitero y Bansky vende por un millón un dibujo que se autodestruye, el que no quiera ver por dónde va el futuro es que tiene un problema”, bromea. Añade también que la espectacularidad de estas disciplinas hace que vayan ganando terreno entre los patrocinadores y los medios de comunicación, que necesitan recuperar una audiencia que se está yendo a las redes. “El voley-playa, el surf o el BMX son necesarios para los juegos olímpicos si quieren ser un acontecimiento global, con el tiro al arco o la jabalina están condenados a acabar convertidos en una pieza de museo”.
Deporte, pero también cultura
Miralles recuerda con humor cómo había una época en la que parte del tiempo de la gente que practicaba estas disciplinas “se dedicaba a esquivar a la policía, y ahora hay una skate plaza en cada pueblo”. La actitud de la Administración y los espónsors también ha cambiado. “El premio Empren al mejor evento deportivo 2018 ha sido como un sello de calidad que nos ha abierto muchos puertas. Si la Fundación Trinidad Alfonso ha apostado por nosotros, han pensado muchos colaboradores, es que hay que subirse al carro”, afirma. De hecho, la institución concedió una de sus becas del proyecto FER al alicantino Alejandro Fuentes (Campeón de España Junior de BMX de 2017), uno de los mejores riders de BMX de España. También subraya lo importante que ha sido para el éxito del Urbans Festival desde el primer día el apoyo de la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de València. “Sin ellos, probablemente no hubiera habido ni una primera edición”, asegura.
La idea del Urbans Festival nació en València en 2014, cuando los aficionados a estos deportes –cuya relación no siempre era buena debido a que debían competir por los mismos espacios– para paliar la falta de una competición oficial en València. “Había mucho nivel, pero para intentar hace algo te tenías que ir fuera y eso era un problema para muchos. Cuando se empezó a hablar de que serían deportes olímpicos no dimos cuenta de que, o hacíamos algo nosotros, o nos íbamos a tener que contentar con verlo todo por la tele”. El año que viene, la idea es expandir el modelo a Castellón. “Queremos que un chaval que empieza pueda competir cerca de casa, y que los mejores vayan creciendo deportivamente y tengan más fácil conseguir patrocinadores”.
Pero junto al aspecto deportivo, los organizadores insisten en el aspecto cultural. “Son disciplinas que siguen el viejo modelo de los chavales que bajaban a la plaza a socializar. No importaba quiénes eran tus padres, de dónde venías o si eras chico o chica, se creaban lazos de amistad estables y transversales”, explica Miralles. “Además son disciplinas muy exigentes a nivel físico, lo que obliga a mantener unas costumbres muy sanas. ¿No nos quejamos de que los chavales se pasan el día viendo al Rubius en la tablet o juntado al Fortnite? Pues estos es una manera de animarles a salir de la habitación y ponerse a hacer deporte”, concluye.
Por lo que respecta al palmarés, el gran triunfador de la segunda jornada fue Javier Pérez, que se impuso en una apurada final de BMX Street (categoría absoluta) que se resolvió en la ronda de best tricks (una ronda en la que los participantes ejecutan su mejor truco). En Dance All Style el premio se lo llevó la bailarina de Vigo Dii. En parkour, el triunfo fue para el francés Louis Queraux (en chase, o persecución) y Xavier Rodríguez en speed.
Estos nombres se suman a los de los ganadores del sábado. Un palmarés que incluye al barcelonés CrisCan, que se llevó una bolsa de 1.000 euros, seguido de Cristian Strada y Víctor Madrid.Por lo que respecta a menores de 16 años, los ganadores fueron Javier Almira, Credson Sousa y Eric Mihaliz. Mientras, en lo que respecta a la féminas, la competición de skate se resolvió en el ajustado duelo entre las ‘locales’ Alicia López (quien finalmente se impuso) y Venus Parenzo. En Scooter Freestyle Adriana López se impuso a Mireia Aparici (en categoría femenina) y en la absoluta ganó Gabi de Vicente.