VALÈNCIA. A la presión política que aumenta en torno a la figura del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, por el beso en la boca a Jenni Hermoso en la entrega de medallas tras la conquista del Mundial y las tres denuncias recibidas por la Fiscalía General del Estado, se ha sumado este miércoles, para convertir en límite la situación, el paso dado por la jugadora exigiendo "medidas ejemplares" contra él.
La futbolista, de vacaciones en Ibiza con varias compañeras de selección, rompió su silencio delegando en el sindicato FUTPRO, que en un duro comunicado, reclamó la adopción de "medidas ejemplares" contra Rubiales.
"Expresamos nuestra firme y rotunda condena ante conductas que atenten contra la dignidad de las mujeres. Pedimos a la RFEF que implemente los protocolos necesarios, vele por los derechos de nuestras jugadoras y adopte medidas ejemplares. Es necesario continuar avanzando en la lucha por la igualdad", expresó.
A su petición al Consejo Superior de Deportes (CSD), de que los actos de Rubiales "nunca queden impunes" y "sean sancionados", solicitó que "se adopten las medidas pertinentes que protejan a las futbolistas" y se intervenga "activamente la prevención e intervención ante el acoso o abuso sexual, el machismo y el sexismo".
Según pudo conocer EFE, la Fiscalía General del Estado ya ha recibido hasta tres denuncias contra el presidente de la RFEF, de particulares que solicitan una investigación de Rubiales, cuya inhabilitación de su cargo fue solicitada por la Liga Profesional de Fútbol Femenino de España (Liga F).
Una de las denuncias la presentó Miguel Galán, presidente de la Escuela Nacional de Entrenadores de Fútbol en España (Cenafe), y al margen de la vía penal, Rubiales afronta dos denuncias ante el CSD, una del propio Galán y otra de la coalición Sumar, que también solicita que el presidente sea apartado de su cargo.
El ministro de Cultura y Deporte en funciones, Miquel Iceta, advirtió en una entrevista con EFE de que si la RFEF no toma medidas por los hechos acontecidos, lo hará el CSD. "Han de tomar decisiones. Si no las toma la Federación, lo hará el CSD", aseguró desde la India donde asistirá a la reunión ministerial de Cultura del G20.
A la espera de que se celebre el viernes la Asamblea General Extraordinaria convocada con carácter de urgencia por la RFEF, Rubiales vio como en el día de su 46 cumpleaños, las presiones a la Federación han ido en aumento, poniendo de acuerdo a grupos políticos y representantes deportivos.
El PSOE exigió su dimisión a través de su portavoz parlamentario, Patxi López, quien considera que este es el mejor paso que puede dar el mandatario, opinión a la que se sumó el PP, con su portavoz Cuca Gamarra, que pide su salida voluntaria o forzada.
Desde el mundo del deporte se sumó una voz como la del presidente del Getafe, Ángel Torres, y la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), que en el caso de que Rubiales no dimita, pide que se aplique la nueva ley del deporte.
Por su parte la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPRO) anunció que "respalda plenamente el comunicado de la AFE en la que pide que se tomen medidas inmediatas para abordar la conducta de Luis Rubiales", solicitando que se investiguen sus acciones en virtud del código ético de la FIFA.
Asimismo, el organismo encargado de representar a los futbolistas afirmó: "Reiteramos que fue profundamente lamentable que un momento tan especial para las futbolistas de la selección española, que tenía lugar ante una audiencia televisiva mundial, se viera manchado por la conducta inapropiada de una persona en un papel que conlleva tanta responsabilidad".
La líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno en funciones, Yolanda Díaz, ya pidió ayer la dimisión y que se activen los protocolos por considerar que se "ha vejado y agredido" a una mujer. Además, Sumar ha denunciado a Rubiales ante el CSD.
Toda la presión no cambia, de momento, el paso de Rubiales, que se mantiene firme en su idea de no dimitir del cargo y se siente fuerte en su momento más complicado en la presidencia, a la espera de recibir el respaldo del mundo del fútbol en la Asamblea del viernes.