VALENCIA. El Benfica se impuso hoy al Zenit por 1-0 en el último suspiro con un gol del brasileño Jonas (m.91) que hizo justicia a los méritos del equipo lisboeta, al que le costó romper la tupida maraña defensiva del conjunto ruso.
Con el joven Renato Sanches -la sensación de la Liga lusa- como pulmón y el también inexperto Lindelof imperial en la zaga, el equipo portugués sacó fruto de su buena segunda parte.
La primera apenas tuvo emoción, con el Benfica en el papel de dominador y un Zenit cómodo en tareas defensivas.
Ambos equipos se dejaron llevar y permitieron un ritmo de juego lento. Villas-Boas optó descaradamente por limitar riesgos y apenas permitió libertades a sus hombres, ni siquiera para salir al contragolpe, centrado en no dejar espacios a los locales.
El Zenit tampoco exigió demasiado a la zaga del Benfica, considerada la línea más floja del conjunto "encarnado".
El técnico de las "águilas", Rui Vitória, optó por sacar de inicio el mismo once que en la derrota del viernes en casa contra el Oporto, aunque el brasileño Jonas jugó como media punta, menos adelantado de lo que acostumbra.
Con el griego Mitroglou como único referente arriba, el Benfica tuvo problemas para llegar a la portería contraria con gente suficiente.
En los primeros 45 minutos, apenas hubo dos ocasiones de gol para los locales. En el minuto 18, Pizzi no acertó a aprovechar dentro del área un pase atrás de André Almeida y en el 28 Jonas sacó del letargo al guardameta del Zenit con un disparo lejano y con rosca que pasó cerca de un poste.
El Zenit sólo se dejó ver por las proximidades del portero brasileño Júlio César en el minuto 35, con una falta lejana lanzada por su compatriota Hulk que se marchó fuera.
Tras el descanso, el panorama cambió. El belga Axel Witsel a punto estuvo de romper la igualada con un diaproraso desde más allá de la frontal del área que Júlio César logró despejar a duras penas.
Fue un mero espejismo. Los visitantes pasaron también la segunda mitad encerrados atrás a la espera de una oportunidad al contragolpe, dependientes de los destellos de su capitán, el portugués Danny, quien apareció con cuentagotas, y de las individualidades de su gran estrella, un hoy apagado Hulk.
El Benfica buscó con más ahínco el gol que le pusiera por delante en la eliminatoria, aunque sin fortuna. Con el argentino Gaitán a la cabeza, las "águilas" subieron líneas y los cambios desde el banquillo confirmaron ese perfil más ofensivo.
La primera ocasión de gol llegó en el minuto 56, cuando Gaitán desaprovechó una buena dejada hacia atrás de Mitroglou.
Doce minutos más tarde, el media punta argentino rozó la gloria. Un gran centro desde la izquierda del mexicano Raúl Jiménez -que partió como suplente hoy- lo bajó Jonas de cabeza para asistir a Gaitán, que se fue de su par en velocidad y estrelló su disparo en el portero rival.
Tras el rechace también pudo hacer el primero, pero envió lla pelota a las nubes, para desesperación de la hinchada local.
Poco después fue una jugada en el área entre los dos centrales del equipo portugués la que estuvo muy cerca de romper el empate, con el brasileño Jardel como autor del remate.
La expulsión del lateral italiano Criscito en los últimos minutos dio alas al Benfica, que logró el triunfo en el minuto 91.
Una falta lanzada con clase por Gaitán fue rematada a la red con un potente cabezazo por Jonas, quien contó con la ayuda de su compatriota Jardel para hacerse espacio entre la defensa del equipo ruso.
- Ficha técnica:
1 - Benfica: Júlio César; André Almeida, Lindelof, Jardel, Eliseu; Pizzi (Carcela, m.70), Samaris, Renato Sanches, Nico Gaitán; Jonas y Mitroglou (Raúl Jiménez, m.62).
0 - Zenit: Lodygin; Anyukov, Garay, Lombaerts, Criscito; Javi García, Witsel; Shatov (Zhirkov, m.80), Hulk, Danny (Maurício, m.86); y Dzyuba (Kokorin, m.73).
Gol: 1-0, m.91: Jonas.
Árbitro: Gianluca Rocchi (ITA). Amonestó a André Almeida (m.15), Jardel (m.34) y Pizzi (m.42), por el Benfica; y a Witsel (m.32) y Javi García (m.58), por el Zenit. Expulsó al visitante Criscito (m.89) por doble amarilla.
Incidencias: Partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el estadio de La Luz de Lisboa ante 48.615 espectadores.