CASTELLÓ. El patinaje agresivo es un deporte inexplorado para la gran mayoría del público, pero no lo es para nadie que conozca a Jorge Maneu Fernández. Con sólo 9 años, este joven natural de Onda se enamoró de esta disciplina también conocida como “rollerblading”, y a sus 17 está a punto de participar en el que para los entendidos en la materia es el campeonato más importante del mundo: el Winterclash, que se celebra anualmente en Eindhoven, Países Bajos.
Después de siete años acudiendo a numerosos campeonatos por todo el territorio nacional, será la primera vez que Jorge salga al extranjero. El mencionado torneo se celebra del 13 al 15 de febrero y en él contará con el apoyo de su padre, que es quien le acompaña a cada competición y quien más horas pasa en los largos entrenamientos de su hijo.
Unos entrenamientos que tienen lugar en el skatepark de Onda, uno de los mejores de toda España y que a Jorge le queda a sólo un par de minutos de casa. Allí practica durante horas los trucos que después exhibe en los torneos, aunque a veces también entrena en la calle aprovechando barandillas u otras superficies similares a las del skatepark.
Todo ese trabajo le ha llevado a ser campeón autonómico y de liga nacional U14 en 2019, campeón autonómico de la modalidad park en 2022 y a estar en los podios de prácticamente todas las competiciones a las que se presenta. También fue subcampeón de España en 2017, subcampeón autonómico en U14 en 2018, subcampeón autonómico en park y street U19 en 2021, subcampeón de street en 2024...
Dentro del patinaje agresivo, que surgió en los años 80, existen tres modalidades. En la que más cómodo se siente Jorge es la street, que consiste principalmente en hacer trucos sobre cajones y barandillas, pero también ha demostrado mucho talento en la modalidad park, que se centra más en las volteretas y en los giros. Por último, está la modalidad vert, que consiste en hacer acrobacias en una rampa con forma de U con la que Jorge no está muy familiarizado.
Desde luego, impresiona verle realizar trucos espectaculares con una facilidad que es fruto de una combinación de un enorme talento y muchas horas de esfuerzo. Aunque para él, lo más importante es “ser valiente para intentar trucos que den miedo”. “Después de tantas caídas aprendes a caer y evitar hacerte daño”, explica él mismo.
Admite que suele ponerse algo nervioso antes de las competiciones, pero tiene muchísimas ganas de la Winterclash y está entrenando con mucha intensidad para dar lo mejor de sí en un torneo en el que habrá participantes de más de 25 países distintos entre los que destacan Polonia, Colombia y Francia por cantidad y calidad de rollers.
“Mi objetivo principal es aprender, estaría contento con pasar la primera ronda”, relata un Jorge que sabe que competirá con los mejores del mundo. Además, con toda probabilidad será el más joven de su categoría, ya que la junior admite participantes de hasta 16 años y él cumplió los 17 en 2024.
Como él mismo sabe, participar en la Winterclash será toda una oportunidad para aprender, adquirir experiencia y darse a conocer ante los ojos de todo el mundo del rollerblading. Quizá así pueda llamar la atención de algún patrocinador extranjero, ya que en España es difícil encontrar ayudas al tratarse de un deporte muy minoritario.
Por otra parte, el otro gran objetivo del ondense en este 2025 es proclamarse campeón de España. “Este año sí que me veo con posibilidades”, admite, consciente de que el año que viene será más complicado porque pasa a la siguiente categoría, en la que la mayoría de participantes superan los 25 años.
Uno de ellos es David Muñiz, campeón de España en la modalidad street en los últimos tres años y máximo referente de Jorge. Aunque que Muñiz es asturiano, Jorge ha podido conocerlo dado que son compañeros de equipo. El grupo se llama Waxboyzzz y está formado por unos 15 rollers de toda España, entre los que Jorge es el más joven con diferencia.
A pesar de ser uno de los mayores talentos a nivel nacional, Jorge Maneu rebosa sencillez y modestia en sus palabras. La misma que muestra en los mensajes de agradecimiento que se pueden leer en su cuenta de Instagram, gatorroller, en la que sube vídeos de los trucos que va aprendiendo.
Fuera del skatepark es un chico normal: estudia segundo de bachiller, quiere entrar en la carrera de Ingeniería Química, se entretiene con algunos videojuegos, practica el ajedrez de vez en cuando y disfruta mucho de su gato Goku.
Lo que tiene clarísimo es que quiere que esta pasión que le lleva acompañando la mitad de su vida continúe durante mucho tiempo. “Me veo muchos años haciendo esto, hasta que ya no pueda”, afirma un Jorge que cuenta con un futuro espectacular por delante y apunta a colocar Onda en lo más alto del patinaje agresivo en los próximos años.