El keniano Eliud Kipchege ganó el maratón en Berlín con una marca de 2:03:31, 34 segundos por encima del récord mundial de su compatriota Dennis Kimmeto
VALENCIA. El keniano Eliud Kipchege ganó el maratón en Berlín con una marca de 2:03:31, 34 segundos por encima del récord mundial de su compatriota Dennis Kimmeto.
Kipchoge había anunciado de antemano que atacaría el récord, lo que también era el objetivo de su compatriota Wilson Kipsang y del etíope Kenenisa Bekele.
La presencia de los tres mejores maratonianos del momento hacía esperar además una lucha apretada por la victoria pero Kipsang y Bekele no pudieron aguantar el ritmo que impusieron las liebres y que había pedido Kipchoge.
Al final lo que se dio fue un duelo con el debutante etíope Guy Adola, de quien Kipchoge sólo pudo desprenderse poco antes del kilómetro 40. Al final Adola acabó segundo (2h.03:46)
El día había amanecido nuboso, la noche anterior había llovido y el asfalto estaba húmedo. El clima no era ideal para Kenenisa Bekele, un corredor que detesta la lluvia, pero a los kenianos no parecía importarles demasiado.
El viento era leve pero una leve llovizna caía sobre Berlín. Al final, Kipchoge se mostró satisfecho por la marca, pese a no haber logrado el objetivo del récord del mundo, debido precisamente a las condiciones meteorológicas.
Durante gran parte de la carrera, sin embargo, el récord del mundo pareció accesible. El grupo de punta corrió el primer kilómetro en 2:51, los primeros 5 en 14:28 y los primeros 10 en 29:04. El ritmo hacía posible el récord del mundo.
Kipchoge, Kipsang y Bekele marchaban en punta junto con las liebres y además con Adola y Vincent Kipruto. El grupo pasó por el kilómetro 15 en 43;44, con Kipchoge al frente.
La marca del medio maratón lo pasó el grupo de cabeza, todavía unido, en 61:29, casi un minuto por encima del tiempo que Kipchoge había pedido a las liebres pero todavía en un marco en que el se podía esperar un nuevo récord del mundo.
Para entonces, además, la llovizna había parado lo que favorecía el objetivo del grupo de favoritos.
El primero que no aguantó el ritmo fue Bekele, que se rezagó poco antes del kilómetro 25 por donde el grupo pasó en 1h.12:50.
Hacia el kilómetro 30 Kipsang se paró en el punto de abastecimiento y decidió abandonar la carrera al parecer por un problema estomacal. Poco después, ya rezagado, Bekele optó también por abandonar.
Adelante quedaron, ya sin las liebres Kipchoge y Adala. En el kilómetro 30 el parcial era de 1h.:27:24, el mismo de Kimetto cuando batió el récord del mundo.
Kipchoge se vio sorprendido por el debutante Adola, que no estaba en las cuentas de nadie, y que lanzó un ataque a unos 6 kilómetros de la meta. Kipchoge aguantó pero la carrera cambió. Ya no se trataba del récord del mundo sino de la victoria.
La prueba se volvió algo táctica y Kipchoge disminuía por momentos el ritmo, dejando que Adola tirara, lo que bajó la velocidad que habían marcado los corredores en los primeros kilómetros.