El velocista alemán se impuso, una vez más, al esprint en la tercera etapa de la ronda italiana y que le hace vestirse con el maillot de líder
VALENCIA. El alemán Marcel Kittel (Etixx) volvió a mostrarse inexpugnable al esprint y por segundo día consecutivo alzó los brazos como vencedor de la tercera etapa del Giro de Italia, disputada sobre 190 km entre Nimega y Arnhem (Holanda), en la que además se enfundó la maglia rosa de líder.
Pura potencia del corredor de Arnstadt, de 27 años, que justificó su condición de favorito al rematar un enorme trabajo de su equipo, que montó un tren inabordable con Fabio Sabatini al frente que colocó a Kittel en condiciones inmejorables para rematar la faena con un tiempo de 4h23:45.
Kittel, que firmó el doblete coincidiendo con su décima victoria de la temporada, no para de sacar brillo a su nuevo maillot del Etixx. En la etapa que despedía al Giro de Holanda relegó en la recta de llegada a los italianos Elia Viviani (Sky) y Giacomo Nizzolo (Trek).
Del color rojo al rosa. Kittel entrará en territorio italiano al frente de la general, con 9 segundos de ventaja sobre el holandés Tom Dumoulin y 16 sobre el costarricense del Movistar, Andrey Amador.
La etapa no conoció tregua de principio a fin. De entrada se formó una escapada con el holandés Tjallingii (Lotto Jumbo), el italiano Berlato (Nippo), el sudafricano Van Zyl (Dimension Data) y el español Julen Amezqueta (Southeast). El cuarteto opuso resistencia hasta el circuito final, cuando el Etixx decidió a 4 kilómetros de meta que se habían acabado las alegrías en vanguardia.
Aún resistió con bravura el surafricano Johann Van Zyl, que abandonó la fuga a 12 kilómetros de meta, pero no pudo hacer nada por concretar la hazaña. A falta de 2 el pelotón se le echó encima. Al menos no todo fueron penas para los fugados, pues Tjallingii obtuvo el maillot de la montaña que tenía el español Omar Fraile y el navarro Amezqueta, de 22 años, se presentó en sociedad en su primera grande.
A falta de relieve, la dificultad radicó en el viento, que dio algún susto. Eolo no falló a la cita y hacia el kilómetros 100 se produjeron los temidos abanicos, esta vez propiciados por el Lotto Soudal y Tinkov.
El pelotón se rompió en varios bloques. En el primero se metieron Dumoulin y Kittel, mientras que el costarricense del Movistar Andrey Amador quedaba cortado.
No hubo interés en destrozar la carrera y kilómetros después se volvió a unir el gran grupo, que perseguía a poco más de 2 minutos al cuarteto en fuga
Las caídas no faltaron, y en una de ellas hubo de retirarse en ambulancia el francés Jean Christophe Paraud, con lesiones en la clavícula y en la cara.
El Giro disfrutará este lunes de la primera de las tres jornadas de descanso que incluye el programa de la 99 edición. El pelotón llega a Italia y el martes de nuevo a la carretera con la cuarta etapa entre Catanzaro y Praia a Mare.