VALÈNCIA. Con una de las peores primeras partes del curso el Llevant se condenó a vagar por tierra de nadie hasta final de temporada. Se le presentaba la posibilidad de conseguir una victoria de prestigio, auparse hasta los 41 puntos (tras los cuatro partidos más complicados) y soñar. Sin embargo estuvo muy lejos de tener la actitud imprescindible para hacer daño a un Atleti que sí que saltó al césped de La Nucia con el gen competitivo excitadísimo.
El primer síntoma preocupante lo ofreció Paco López con un once de ONG, al insistir en Coke y Toño por bandas y optar por León en punta. Simeone se fortaba los ojos, incrédulo ante tanta ventaja. Hubo más problemas, no obstante. La primera mitad fue un vendaval colchonero, aunque más por intensidad y sensación de peligro que por ocasiones claras. A los 28 segundos de partido Llorente hacía presagiar lo peor, percutiendo la banda izquierda granota (una autopista permanente), sin oposición. Aitor se tuvo que marcar el primer paradón de la tarde. Insistió una y otra vez y en el 14' el balón acabó en la red. 0-1.
El Llevant se tambaleaba y el Atleti buscaba noquearlo. Frágil en defensa no era capaz de mantener el balón, con imprecisiones y pérdidas constantes, ante la presión rojiblanca. Radoja, muy fallón, acusó la inactividad; Vukcevic se perdió en tierra de nadie. La situación cambió en la segunda mitad, cuando los dos balcánicos sí fueron capaces de hacer funcionar al equipo. Los dos puntas estuvieron estáticos y tampoco recibieron balones en condiciones. Si acaso uno de Rochina que Roger remató acrobáticamente a las nubes. Fue una de las escasas opciones de esta primer mitad.
Lo mejor fue marcharse al vestuario con el 0-1. Todo cambió después. En el 47' el Llevant ganó su primera presión y se hizo amo y señor del partido. Generó ocasiones claras, para lo cual tomó riesgos severos que el Atlético pudo aprovechar para golear. El balón circulaba ahora en blaugrana, los del Cholo se encerraban atrás y se olía el empate.
Paco López asumió el riesgo defensivo de la banda izquierda, a cambio de las subidas de Toño, algunas con peligro. Pero cambió otros peones importantes. Sobre todo en la derecha, donde Miramón dio un vuelco al lateral. Morales, inocuo y fallón, no mejoró las prestaciones de Roger. Y Campaña era la gran esperanza para dar un vuelco al marcador pero tampoco anduvo fino: regaló dos contras que estuvieron a punto de costar gol y no estuvo preciso en el pase; aunque sus compañeros están acostumbrados a orbitar a su alrededor y se notó. Quien sí se hinchó a repartir juego fue Rochina. En el 61' Bardhi estrelló contra el lateral una ocasión clara y en el 64' Munuera Montero, que estuvo lamentable en cada detalle, se comió un penalti claro sobre León. La ocasión más clara fue el cabezazo de Mayoral ante Oblak, a centro de Toño, que lamió el palo. Corría el 78',
El Llevant llegó con peligro, lanzó córners, pisó área, se internó por bandas y circuló con criterio. Por momentos practicó un fútbol brillante, pero le faltó el acierto de otras veces. Regalar 45 minutos al Atlético y luego demostrar que, con otra actitud, no había tanta diferencia entre ambos equipos, ni mucho menos, motiva algunas de las preguntas que nos hacíamos en la previa. ¿Dónde podría llegar este equipo con la actitud correcta? He aquí el quid de la cuestión.
Llevant UD 0-1 Atlético de Madrid
UNO A UNO: Aitor (7); Coke (3) (Miramón (7) 59'), Bruno (5), Vezo (6), Toño (4); Bardhi (6) (Hernani (sc) 81'), Radoja (5), Vukcevic (5) (Campaña (6) 59'), Rochina (7); León (5) (Mayoral (5) 69'), Roger (5) (Morales (3) 59').
—Paco López (5).
GOL: 0-1 p.p. 14'.