VALÈNCIA. La irrupción de Georgi Mamardashvili como guardameta en el fútbol de élite ha sido tan meteórica como incontestable. El guardameta georgiano que llegara en el verano de 2021 para reforzar, en un principio, la portería del filial contó con la fortuna de las lesiones de Cillessen y de Jaume. Llamado por Bordalás para entrenar con el primer equipo, sus prestaciones pronto llamaron la atención tanto del técnico alicantino como del entrenador de porteros José Manuel Ochotorena. Comenzó como titular en los primeros partidos, se cayó en la séptima jornada tras cometer algunos errores, para volver justo para las semifinales de Copa del Rey en San Mamés ante el Athletic de Bilbao. Desde entonces es el titular indiscutible bajo los palos y sus intervenciones le han valido al cuadro valencianista para sumar puntos.
Sin embargo, y a raíz de la tanda de lanzamientos desde el punto de penalti en la semifinal de la Supercopa de España ante el Real Madrid en la que el conjunto blanco transformó en gol ha surgido una estadística negativa que relaciona la poca efectividad del guardameta a la hora de hacer frente a las máximas penas que le han lanzado.
De los 15 penaltis que le han lanzado a Mamardashvili desde que debutara con el Valencia en LaLiga el portero georgiano no ha detenido ninguno. Tan sólo no acabó dentro de la portería el lanzado por el Osasunista Chimy Ávila dado que el argentino lo envió por encima del travesaño de la portería valencianista en el partido jugado en la presente temporada y que acabó con victoria de los de Gattusso por un gol a dos. El resto de penaltis fueron las dos tandas ante Betis en la final de Copa y ante Madrid en la semifinal de la Supercopa, y los otros cinco (lanzados por Joselu, Chimy Ávila, -la pasada campaña-, Pere Milla, Muriqi y Benzema en esta campaña) acabaron en gol.
Es más, estudiando los 15 penaltis que le han lanzado al guardameta valencianista, sólo en 4 casos (Chimy Avila, Joaquín, Pere Milla y Luka Modric) acertó el lugar elegido por el lanzador. De los 9 penaltis que le lanzaron a su izquierda (la derecha del lanzador) sólo en 2 de ellos se lanzó a ese lado por lo que por recuento estadístico se vence más veces hacia ese lado. En 5 penaltis se lanzó a su derecha (izquierda del lanzador) y acertó en 2 el lado de ejecución.
Muchas son las teorías sobre la fiabilidad de los guardametas a la hora de afrontar los lanzamientos desde los once metros. Sin ir más lejos, el mejor especialista que ha tenido el campeonato español, y jugador del Valencia CF entre 2011 y 2017, Diego Alves se ufanaba de no trabajar específicamente ese aspecto más que cualquier otro de su trabajo diario. El guardameta brasileño hablaba de "un Don" a la hora de frustrar el lanzamiento de los oponentes.
Cabe por tanto preguntarse ¿Tiene un problema Mamardashvili en los lanzamientos de penalti? Consultadas algunas voces expertas como la de Andrés Palop, su respuesta es clara y taxativa: "No creo que tenga un problema con los penaltis. Los porteros siempre tenemos acciones que se nos dan mejor que otras y esto es posible viendo sus estadísticas dado el acierto que tiene para poder ayudar al equipo". En esa misma línea se manifiesta otra leyenda bajo los palos del conjunto de Mestalla como José Manuel Sempere: "Cuenta mucho la intuición. Además ha tenido la mala suerte de que aquellos casos en los que acertó el lado, no ha podido detener el tiro. El porcentaje de aciertos en un penalti está siempre del lado del delantero. De ahí a colgarle la etiqueta de que no para penaltis, cuando es algo muy complicado, me parece una exageración".
En cualquier caso podría resultar algo injusto exigirle a los guardametas acierto en un lance en el que, a priori, los lanzadores tienen mucha más posibilidades de éxito. Para Andrés Palop: "Los guardametas somos muy autoexigentes a la hora de afrontar -fundamentalmente- una tanda de penaltis. Sabemos de la ventaja que supone para los lanzadores y por eso nos exigimos parar, al menos, uno de ellos por la confianza que eso da al equipo. Además si paras uno de los primeros es mucho más beneficioso porque a partir del tercer penalti encajado la tensión aumenta sustancialmente". Mientras que Sempere incide en la enorme ventaja que un penalti supone para quien lo ejecuta: "Ser un especialista o no es algo aleatorio ya que dependes mucho de que el delantero ejecute bien o mal. Si ejecuta bien, el guardameta -quien sea- tiene pocas opciones de neutralizar el disparo".
¿Cómo se puede comenzar a revertir esta estadística? Cada guardameta tiene sus armas y el testimonio de dos especialistas como Palop o Sempere es importante a la hora de arrojar luz sobre el tema. Para el de L´Alcudia cuenta el estudio del rival y la intuición: "Necesitas mucho estudio del rival. No sirve de nada entrenar mucho bajo los palos si no que debes dominar porcentajes (momentos en el que ha tirado el penalti, transcendencia de los penaltis que ha lanzado, no es el mismo penalti con 3-0 ganando, que en una tanda de una semifinal o final). Creo que trabajar la psicología en ese momento de cara a mostrarle al rival tu confianza es muy positivo. Que el rival vea en ti que vas a pararlo . También cuenta el toque de intuición, ya que hay dentro de esa acción condicionantes que tienes que mostrar y dominar para estar cerca de poder tener éxito. No es matemático pero creo que dominando todo esto te da un buen porcentaje". Mientras que para Sempere el hecho del estudio tiene sus pros y sus contras porque ahora no sólo una parte estudia a la otra, y también habla del factor intuitivo: "En mi etapa estudiabas un poco quién podía tirar y cómo había ejecutado los últimos penaltis. Eso ahora lo tiene estudiado al milímetro. De igual manera, los delanteros ahora también estudian a los porteros. Creo que es una cuestión más de intuición a la hora de tomar la decisión de ir a un lado u otro", concluyó el alicantino.