La gestión de Bragarnik vivió su mejor momento y el peor durante 2022

VALÈNCIA. (EFF).- El propietario del Elche, Christian Bragarnik, ha vivido un año de contrastes durante 2022, en la que su gestión al frente de la entidad, a la que llegó en 2022, ha tenido su punto más brillante con la permanencia en Primera y el saneamiento de la deuda, pero también sus sombras más oscuras ante el desplome del equipo en los últimos meses.

El Elche cierra el año, ya iniciados los actos del centenario, que se conmemora en 2023, con la esperanza de una resurrección deportiva ante la crítica situación del equipo ilicitano, colista y muy descolgado de la lucha por la permanencia.

El modelo de gestión del empresario argentino triunfó en el primer semestre, en el que el equipo le dio la razón en todas sus decisiones deportivas y apuestas, como la contratación de Francisco Ramírez como entrenador y la del delantero Ezequiel Ponce.

El Elche logró una de las permanencias más plácidas que se le recuerdan y el propietario presentó unas cuentas económicas saneadas, con unos beneficios próximos a los 12 millones de euros.

Además, el dirigente argentino anunció varios proyectos faraónicos para hacer crecer exponencialmente a la entidad, como una ciudad deportiva o cubrir el Martínez Valero.

El club acometió mejoras importantes en el estadio, como unos nuevos vídeo marcadores, banquillos incrustados en la grada, reformas de vestuarios y la construcción de una tienda oficial para sus simpatizantes.

El entorno del Elche, eufórico por la deriva del equipo y su consolidación en Primera, respondió en la campaña de abonos. El club se había marcado como reto los 20.000 abonados, pero se alcanzaron los 24.000 para un ejercicio histórico en el que, además, se quería festejar a lo grande el centenario.

La pretemporada provocó las primeras luces de alerta ante la demora en los fichajes, pero la masa social ilicitana confiaba a ciegas en Bragarnik, quien ya había demostrado con anterioridad su capacidad para reforzar al equipo en el último instante y con un extraordinario porcentaje de éxito.

La prioridad del agente futbolístico fue atar y dar continuidad a los jugadores que formaron el núcleo duro del equipo que logró la salvación, como Edgar Badía, Pere Milla o Mascarell, además de darle una nueva oportunidad a Javier Pastore, casi inédito en su primer año.

Sin embargo, la mala marcha del equipo empañó en semanas casi todo lo bueno construido. El hundimiento en las primeras jornadas y la destitución de Francisco, que deslizó en su adiós que no llegaron los fichajes deseados ni en el tiempo ni en la forma, provocaron las primeras grietas en el entorno.

Más sorpresa provocó la elección del relevo: Jorge Almirón. El técnico argentino, primera apuesta del empresario tras su desembarco en el Elche, había sido destituido dos años antes tras una racha de 16 partidos sin ganar, por lo que su elección no fue bien recibida.

Tras cinco jornadas, Almirón volvió a salir por la puerta de atrás y Bragarnik, fiel a su estilo, tomó la elección del relevo con paciencia. Tras contactar con José Bordalás y otros candidatos elogió finalmente a Pablo Machín, ya en el parón por el Mundial, quien aún no ha debutado en la Liga.

La popularidad del propietario del Elche cayó bajo mínimos después del último partido ante el Girona (1-2), lo que provocó que tuviera que dirigirse a la afición, a través de una carta abiertas, para recordar que nadie se juega más que él en este proyecto y que no iba a bajar los brazos en su intento por consolidar al equipo en Primera.

Bragarnik asumió los errores en la planificación, prometió intentar solucionarlos en el mercado de enero y recordó que es el “líder” del proyecto. “Me siento capacitado junto a quienes me acompañan para intentar que el club siga creciendo en todos los aspectos”, aseguró en su comunicado.

En un contexto deportivo algo mejor, el año 2022 sería uno de los mejores del Elche en su historia moderna, pero la deriva deportiva del primer equipo, colista, descolgado a ocho puntos de la salvación y sin saber aún qué es ganar, han logrado ensombrecer las finanzas, los futuros proyectos y su crecimiento social.