VALÈNCIA. (EFE).- Tras 51 partidos invicto, una Bundesliga en el bolsillo y el sueño de conquistar el triplete en su centésimo vigésimo aniversario, el Bayer Leverkusen el español Xabi Alonso desafía en la final de la Liga Europa a un Atalanta que disputará en el Aviva Stadium de Dublín la primera final europea de su vida, una pelea a todo corazón tras la que el vencedor reescribirá su propia historia.
La ilusión de los de Bérgamo y Leverkusen se da cita en Dublín. Allí, dos equipos que han rubricado una temporada que será siempre recordada, cada una en su propia medida, buscarán aumentar su gesta en un partido que supondrá un hito gane quien gane. El Leverkusen, por mantener el invicto y acercarse a un triplete histórico; el Atalanta, por ganar su primer título europeo en el primer intento.
Sus últimos dos enfrentamientos, en los octavos de esta misma competición en 2022, cayeron del lado italiano, pero lejos quedan ya esos tiempos y el Leverkusen se ha convertido en una potencia del fútbol europeo.
Los alemanes, grandes favoritos y absolutos dominadores de la competición, llegan a la capital irlandesa con la moral por las nubes. Xabi Alonso tiene a disposición a todos los efectivos de su plantilla y solo hay debate en relación a los once que saltarán al campo. Se espera que vuelva a alinear en la portería al checo Matěj Kovář, portero suplente habitual del cuadro germano -el titular es el capitán del equipo Lukas Hradecky-, pero que el tolosarra ha colocado bajo palos a lo largo de la segunda competición continental.
Los de rojo y negro han llegado a la final tras una inmaculada fase de grupos, en la que ganaron los seis encuentros que disputaron, y tras superar tres eliminatorias en las que sí tuvieron que hacer a alarde de una las armas preferidas del equipo de la aspirina: las remontadas inverosímiles.
Así fue como sobrevivieron al Qarabag azerí en octavos de final, anotando dos goles en el descuento del partido de vuelta para obtener, in extremis, la clasificación para cuartos de final.
En la ronda de los ocho mejores, también tuvieron que recurrir a la épica para superar al West Ham inglés, dado que tanto los goles para vencer 2 a 0 en el partido de ida, como para empatar a uno en la vuelta, llegaron al final de ambos partido.
E igualmente hasta el límite hubieron de llegar los de Xabi Alonso para acceder al duelo final. En lo que parecía que serían unas placenteras semifinales frente al Roma tras vencer en el Olímpico por 0 a 2 en la ida, dos tantos de penalti daban la paridad a la eliminatoria en el choque de vuelta para los 'giallorossi'.
Sin embargo, se recompusieron para, con otros dos goles -uno en propia puerta y otro del croata Stanisic- al filo del desenlace, mantener el invicto y certificar el pase a Dublín. El penúltimo partido -todavía les faltaría la final de la Copa de Alemania frente al Kaiserslautern- para poder seguir manteniendo la etiqueta del "Winnerkusen".
Una etiqueta que Gian Piero Gasperini y sus hombres, con el belga Charles De Ketelaere y el italiano Gianluca Scamacca como primeras espadas, quiere destrozar. Con el aliciente de la gesta en Anfield en cuartos de final, un 0-3 ante un Liverpool favoritísimo, la 'Dea' quiere dar la segunda sorpresa de la temporada ante la sensación europea para coronar con un título el proyecto de este equipo de Bérgamo que lo busca desde hace varios años.
Este año rozó la Copa Italia, el único trofeo que tiene en sus vitrinas y que conquistó en 1963. Una temporada histórica en la que el equipo cerró su regreso a Liga de Campeones, pugnó por la Copa y peleará por el gran objetivo europeo. Para ello, el técnico formará con su once de gala a excepción del neerlandés Marten de Roon, un símbolo de la 'Era Gasperini', lesionado precisamente en esta final copera.
Sea como fuere, gane quien gane, en Dublín, Atalanta o Leverkusen reescribirán su historia con una nueva gesta. La ilusión del invicto y el triplete contra el deseo de un título europeo en su primera final.