VALÈNCIA. Viernes 1 de noviembre de 2024. 42 horas desde que la Dana empezara a arrasar la provincia de Valencia y una jornada de Liga, que se acabó jugando prácticamente al completo, estaba en entredicho. Uno de los equipos que -por orden o inacción del presidente de la competición, Javier Tebas- sí estaba obligado a jugar fue Osasuna. Su entrenador, directamente afectado por el desastre natural que había destruido parte de su localidad natal, Massanassa. Vicente Moreno firmó en Pamplona este verano, tras la marcha de Jagoba Arrasate del conjunto rojillo, y su familia todavía vive en ese municipio valenciano, uno de los más damnificados por el temporal.
Para el técnico, no fue una semana fácil. Máxime cuando su preocupación crecía al paso de las horas y las imágenes que le llegaban desde Valencia. Lo confirmó su segundo, el argentino Dani Pendín, tras la celebración del choque en el mediodía del sábado entre Osasuna y Valladolid. Ese partido, lo vivió Moreno in situ desde el palco por culpa de una sanción. Eso sí, al poco de terminar, viajó hasta su localidad para ponerse guantes y botas, y para empezar a colaborar en las labores de limpieza como un voluntario más. Cobraban todavía más sentido sus lágrimas en la previa de la jornada liguera.
El técnico fue cazado por las cámaras de El Desmarque, ya en Massanassa, este sábado por la tarde. "Es muy duro no poder estar allí con ellos", había asegurado horas antes y no quiso esperar demasiado. Moreno tiene, además, permiso de Osasuna para asistir a su familia y allegados en Valencia, mientras la jornada no se ha detenido y los suyos vuelven a jugar este miércoles en Copa, pues su partido también se aplazó por la amenaza meteorológica en Chiclana.