VALÈNCIA. Este domingo no solo se jugará una final en Doha, habrá otra en el Ciutat de València. Lejos de ser, en realidad, un encuentro a vida o muerte, el Levante sí se encontrará la oportunidad de abrazar la plaza del líder de Segunda División por primera vez esta temporada. Será en el directísimo duelo ante el Eibar, el actual primer clasificado, y en caso de salir victorioso el equipo de Calleja se convertirá en el quinto líder de la categoría en poco más de un mes. Es uno de los argumentos que se cuelan en el discurso del técnico granota en cada comparecencia pública a la hora de analizar la igualdad del campeonato.
"Lo digo siempre: es dificilísimo subir. Tenemos que estar los equipos de la pelea mentalizados para pasar momentos duros, no hay que desesperarse" dijo tras el choque de Mendizorroza. "Es muy pronto para que entre la ansiedad, estamos en una buena posición, un punto más cerca del ascenso directo y no hay que ponerse nerviosos", comentó tras empatar contra la Ponferradina. Es un discurso que también entonó en su momento Mehdi Nafti cuando aseguró que "nadie sube a estas alturas" y un argumento evidentemente compartido por los técnicos de los clubes que pelean en las posiciones nobles de la tabla. Si la Segunda División es una competición siempre apretada, este curso ha dado un giro de tuerca.
El pasado 3 de noviembre, cuando el Levante visitó Los Cármenes, el Burgos le levantó el liderato a Las Palmas. Era la jornada 14. En la decimoquinta, el Alavés de Luis García volvió a coger la pole position y no se bajó en las tres siguientes. Fue entonces cuando los canarios regresaron al trono y, esta pasada jornada después de perder ante el Albacete, cedieron en favor del Eibar. En un mes y una semana ya han coexistido cuatro líderes en la categoría. El Levante podría ser la quinta, aunque necesitará ganar. La igualdad del torneo es tal que, mientras el elenco de Orriols está a solo un punto de la cabeza, también vive a tres de quedarse fuera de las plazas de playoff.
Es ahí donde cobra sentido el discurso de Calleja. Los empates no le han hecho daño a su Levante porque no los ha enlazado. Son 12 los encuentros consecutivos que acumulan sin derrota los granota: 11 sin contabilizar el de Copa y 9 si solo computan los del nuevo entrenador. Solo cuatro duelos acabados en tablas. Nadie en la categoría alcanza tales cifras de regularidad positiva. Es la clave para sobrevivir y sacar la cabeza en un concurso tan encarnizado.
De hecho, en la última campaña en que el Levante militó en Segunda y en la que, con paso firme y ritmo de vértigo, arrasó en la categoría, no logró encadenar estos resultados. El equipo de Muñiz consiguió dejar la barrrera en nueve partidos seguidos sin perder -los mismos que marca Calleja y que puede superar este domingo-, pero no llegó a los once que registran hoy los granotas. Eso sí, aquel equipo sí que enlazó cinco victorias seguidas, algo que todavía no ha hecho este año el Levante -se quedó en cuatro-.