El mítico capitán del Valencia analiza para Plaza Deportiva la derrota del conjunto de Gary Neville en el derbi ante e Levante
VALENCIA. Es difícil hacer un análisis del partido del Valencia ante el Levante, porque ¿Qué partido hay que analizar? Si el Valencia no ha jugado. He salido indignado del estadio porque la imagen que se ha dado no se corresponde con un equipo como el Valencia. Y no me duele decirlo porque los propios jugadores saben que no han estado a la altura de este club.
Los jugadores, ahora, no pueden afrontar los partidos pensando en si nos acercamos al séptimo, si nos quedamos a tantos puntos de Europa o pensar que la temporada ha terminado ya en Liga, porque los de abajo aprietan y el equipo debe salir a los partidos de Liga pensando en alejarse de la zona baja, y competir hasta el final como hizo ante el Espanyol y el Granada, donde arrimaron el hombro cuando se vieron en peligro real. Ahora parece que como ha pasado el peligro, ya da igual.
El Valencia ayer pareció el colista. Hemos jugado como si fuéramos el colista. Veo que los jugadores no se meten en los partidos, les ves que están ausentes, no les ves disfrutar, les falta alma y corazón. Parece un equipo muerto. Cualquier equipo lo hace mejor que este Valencia porque pone narices, y hay que ponerle narices a la cosa todas las semanas, porque si no estaremos así semana tras semana.
El balón parado merece capítulo aparte. Existe una falta de atención de los jugadores que permiten a los contrarios rematar a su antojo y eso no puede ser. Y después algo hay que variar en los marcajes a la hora de defender, porque esta forma no funciona. Si el Valencia utiliza un marcaje en zona mixta, con dos o tres hombres en zona y el resto marcando al hombre, pues habrá que modificarla y hacer un marcaje al hombre, por poner un ejemplo, porque lo que está claro es que algo hay que variar.
Puesto que cuando eres inferior en el juego aéreo y no puedes despejar, por lo menos intenta que el contrario no remate con facilidad, y eso este Valencia tampoco lo hace. Y esas cosas no las tiene que decir un entrenador, porque el futbolista ya las sabe. A un chico de 15-18 años aun puedes enseñarle algo defensivamente pero a jugadores de 25 no, ya lo tienen aprendido.