/ OPINIÓN

La “Maldición del 53”

6/11/2022 - 

VALÈNCIA. No me llamen oportunista por afirmar ahora que la plantilla del Valencia está cogida con alfileres. Antes de realizar las primeras valoraciones de la temporada, opté por dar un prudente margen de confianza y partidos al colectivo. Pero ahora ya es momento de testear al equipo. Escribo estas líneas antes del partido ante la Real Sociedad pero, suceda lo que suceda en Anoeta, tengo muy claro el primer diagnóstico: el Valencia cuenta con lo justo y es necesario realizar algún fichaje si se quiere dar un salto de calidad. Eso mismo lo piensa la gran mayoría de una afición entregada. Hay coincidencia global en que los refuerzos son necesarios pero, además, la grada centra el tiro en dos puestos clave: un pivote y un central.

No hace falta haber estudiado en Harvard ni tener el título de director deportivo para realizar estas afirmaciones. El déficit es tan grande y viene de tan lejos, que cualquier seguidor que acuda de continuo a Mestalla o vea los partidos del Valencia por la tele, saca sus propias conclusiones de esta verdad universal. El equipo todavía está tierno, necesita futbolistas de experiencia en su once, y es penalizado continuamente debido a la falta de solidez de su columna vertebral. Quién niegue la evidencia, o está ciego o es que no quiere verlo.

Insisto en que el Valencia necesita fichajes en esos dos puestos clave de los que hemos hablado. Ante el Barça, por ejemplo, dos laterales como Lato y Jesús Vázquez acabaron jugando en un improvisado centro del campo. De ese once que cerró el partido en Mestalla, Gayá sería el único futbolista que tendría sitio en un gran Valencia como el que antaño hemos conocido. El resto, o se quedarían fuera de la convocatoria o habrían sido cedidos para que ganaran en partidos y experiencia.

Como decía, el problema ya viene de atrás. Para explicar estos casos suelo tirar de curiosas estadísticas. Y aquí en concreto las cifras son muy reveladoras. Es algo que he decidido denominar la “Maldición del 53”. Porque el Valencia ha encajado ese mismo número de goles en las tres últimas y penosas temporadas. En las campañas 19-20, 20-21 y 21-22, el Valencia recibió 53 goles en contra. Y claro, con esas cifras, es imposible no aspirar a otra cosa que no sea la más absoluta mediocridad. La también llamada “Zona Meriton”.

Para encontrarnos con una temporada decente, hay que retroceder hasta la campaña 18-19. Desde entonces, no hemos levantado cabeza. Ese año, con Marcelino en el banquillo, el equipo fue cuarto y jugó la Champions gracias a que solo encajó 35 tantos. Lo de los goles encajados es fundamental para entender en qué posición acabará un equipo la Liga. Para que ustedes lo entiendan, pondré otro ejemplo: las dos temporadas en las que el Valencia ganó las últimas Ligas, la 2001-2002 y 2003-2004 con Rafa Benítez como técnico, el equipo también encajó el mismo número de goles. Pero solo fueron 27 en contra. Vamos, que esos años se recibía la mitad de goles que se encajan en la actualidad.

Después de todo lo expuesto, considero que la clave para que el Valencia despegue no es otra cosa que portería a cero. Y eso pasa por mejorar la columna vertebral con refuerzos. Sin embargo, no soy muy optimista en que el club realice algún fichaje en el mercado invernal. Más que nada porque, tal y como desveló Gattuso, para Peter Lim lo deportivo es secundario. El entrenador desveló que las intenciones del magnate singapurés pasan por revalorizar futbolistas de cara a una futura venta. Ahora bien, tenga cuidado señor Lim. Porque como el Valencia no gane partidos, y se encajen otra vez 53 goles, el precio de su mercancía no será el mismo que si el equipo regresa a Europa.

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