VALENCIA. La París-Niza, que este año celebra su edición número 75 del 5 al 12 de marzo, se ha fijado un nuevo techo histórico en la penúltima jornada con los cerca de 16 kilómetros de ascenso para llegar al col de la Couillole a 1.678 metros.
Según el trazado presentado hoy por los organizadores de la prueba ciclista en un comunicado, en esa séptima etapa de 177 kilómetros con salida en Niza, los corredores tendrán que subir también en los últimos 60 de la jornada el puerto de Saint Martin antes de terminar en el citado col de la Couillole.
Otra de las ascensiones estrella será, en la cuarta etapa, la del Mont Brouilly, al que finalmente hubo que renunciar en 2016 por la nieve que le cayó el pelotón. Para la edición de 2017 se ha programado como una contrarreloj individual de 14,5 kilómetros, los tres últimos con una pendiente media del 7,7 %.
La salida de esta carrera por etapas estará, como es habitual, en la región de París, en concreto en Bois d'Arcy, que es también donde los ciclistas terminarán -probablemente con un esprint, a la vista del trazado- el primer día.
Después de la cronoescalada de Mont Brouilly, habrá un día de pausa para los escaladores antes de tres jornadas seguidas de fuerte intensidad, empezando por una etapa con final en Fayence, lugar de mal recuerdo para Alberto Contador, que en 2009, sufrió allí una pájara y vio cómo se le escapaba el liderato de la prueba, en beneficio de Luis León Sánchez.
En cuanto a la llegada de la París-Niza, esta vez no se hará en el paseo de los Ingleses de la capital de la Costa Azul, "por el respeto del periodo de memoria" que decidió el Ayuntamiento tras el atentado yihadista perpetrado allí el pasado 14 de julio (hubo 86 muertos y decenas de heridos).
Se ha desplazado de ese escenario tradicional y, en cualquier caso, estará igualmente junto al mar, en el muelle de Estados Unidos, al término de una última etapa rompe-piernas con el col de Eze como último puerto.