Muchos valencianistas se las prometían muy felices por la llegada de un magnate que iba a regar con oro los campos de la economía ché. Así lo hicieron ver los casi representantes de la candidatura de Meriton, alguno con medalla incluida, que quiero pensar que habrá devuelto porque alguien tendría que explicar qué merecimiento tenía para tal distinción. No recuerdo ni verle en el césped compitiendo ni realizando ninguna labor sobresaliente en la entidad durante años. Eso sí las arengas que realizaban en favor de Lim convencieron a muchos aficionados y también a la mayoría de patronos que visto lo que prometían y con escaso interés para corroborarlo votaron y decantaron la venta. Aquellos patronos que abandonaron igual si que serían merecedores de medalla o de reconocimiento.
Nos prometieron grandes fichajes, jugadores galácticos, finalización de un estadio que generaría recursos para ser más fuertes económicamente y no tener que vender a los mejores jugadores, una cantera que sería la envidia y la base del proyecto deportivo, seríamos la envidia del firmamento futbolístico tras la mayor transacción económica en la venta de un equipo de fútbol. Prometer, prometer y prometer. Alguien se aseguró de que las promesas fueran una realidad o tuvieran una penalización si no se cumplían?
¿Y cual es la realidad? Pues bien, un equipo que va dando pérdidas casi año tras año, con necesidades de ampliaciones de capital, con préstamos que conceden fondos propiciado por la LFP, con un gasto de plantilla superior a los ingresos, con necesidades de venta de jugadores para cuadrar balances y todo y así dar pérdidas en el presupuesto, esperando ese fondo de la Liga que aún no está firmado para tener algo de respiro económico pero que en definitiva son más deudas a devolver en el futuro. ¿Y si no se firma ese contrato? Será culpa de la Liga, de las autoridades políticas, del covid…? ¿Siempre habrá un tercero al que echarle las culpas no? Como aquél que emitía pagarés, y cuando los acreedores le decían que el banco no les había pagado esos pagarés, les decía "ya me habían hablado a mí mal de ese banco".
¿Y de la gestión deportiva quién responde? A falta de músculo económico, aún se necesita más capacidad para hacer un equipo competitivo. ¿La tiene el Valencia? ¿Tiene la Real Sociedad, próximo rival valencianista, más capacidad económica que el Valencia? ¿O es que tiene más capacidad en sus gestores deportivos? Al final si no hay ingresos es difícil tener un equipo competitivo y, sin equipos que estén en posiciones Champions, es difícil tener mayores ingresos. Así que como decía el enunciado esto es "la pescadilla que se come la cola". Señores de Meriton, sin acritud y con la intención de sumar, conviertan en realidad aquellas promesas o compromisos, auxilien al Valencia y no le dejen morir lentamente. Un amigo mío, Rafael Poveda que es abogado y además escribe poesía, decía en uno de sus versos: "la vida es un ir y no llegar, un intento que no se concreta nunca…." yo les pediría a ustedes que intenten llegar al corazón de los aficionados valencianistas y que concreten lo que prometieron ya que por el momento sólo observamos una nebulosa abstracta.