La plantilla toma partido en la crisis

VALÈNCIA. Era un secreto a voces que poco a poco va tomando cuerpo, la plantilla del Valencia CF ha decidido pasar a la acción para preservar un proyecto en el que creen y quieren hacer llegar su voz hasta Peter Lim para explicarle lo que piensan en toda esta crisis. Desde el mismo domingo en el que saltó la noticia del posible despido de Mateu Alemany, las voces en el vestuario fueron unánimes “se van a cargar el proyecto”.

No tardaron en llegar las primeras adhesiones a la figura de Marcelino, figura que los jugadores conocen que no continuaría de haber cesado el dueño del club el lunes -como tenía previsto- al director general. Con los capitanes al frente, ya se le hizo una petición al entrenador con los capitanes al frente para que -llegado el momento de una posible destitución de Alemany- el asturiano no abandonara el barco y quedara junto a ellos, el año que le resta de contrato.

Han ido pasando los días y los futbolistas han continuado sin dar la espalda al conflicto e incluso dejando mensajes de “familia” (uno de los lemas del club) con fotos de grupo para mostrar que están del lado de un proyecto construido a base de unión. En ese sentido, los mensajes de Gabriel o Rodrigo en sus cuentas de Isntagram han sido suficientemente significativos. No entienden esta grave crisis y que se cuestionen a los artífices del repunte deportivo del club en los últimos dos años.

Los jugadores no están teniendo ningún problema en “mojarse”, en tomar partido de la posición opuesta a la mantenida por el propietario, y el siguiente paso se produjo en el encuentro que Anil Murthy tuvo con la plantilla el martes por la mañana en Paterna. En ella los capitanes le comunicaron que querían explicarle a Peter Lim su postura al respecto de la crisis, sin que por el momento hayan obtenido respuesta alguna. Incluso el rotativo Marca apuntaba a la desconfianza de los jugadores en Murthy a la hora de trasladar esta petición al máximo accionista.

En esta crisis todo es atípico, e incluso el comportamiento de los futbolistas hace honor a esta premisa. Si siempre se había tachado en general al colectivo de jugadores en cualquier latitud como extremadamente egoístas, en este conflicto ni siquiera ese extremo responde a los comportamientos estereotipados. Parece que a Lim se le ha declarado una rebelión a bordo.