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La presidenta dice que la culpa es nuestra

La presidenta, hábil en la comunicación corporativa, torpe al bajar a las cosas del balón, contestó como buenamente pudo, con una dosis de autocrítica que se redujo a: la culpa de todo es de los demás; es culpa de la cultura española y es culpa de Mestalla...

26/02/2016 - 

VALENCIA. Ahora que el descenso es un abismo lejano, Europa está al caer, el Valencia circula tan rampante que intentan pararlo a pancartazos y gracias a Pako Ayestarán el equipo ha recuperado su velocidad crucerista, el columnista común ya puede explayarse en otros entretenimientos menos urgentes.

Pongamos que hablo de las declaraciones de Layhoon esta semana en Madrid. Cortejando el radio de acción de Requena para allá -donde tanto amaban a Manuel Llorente- la presidenta del Valencia visitó la redacción del periódico AS. Tareas diplomáticas recomendables.

Como es lógico, en aquel encuentro le preguntaron por una praxis deportiva dudosa, que ha hecho aguas y que -usted me perdone- no ha parecido excesivamente profesional. La presidenta, hábil en la comunicación corporativa, torpe al bajar a las cosas del balón, contestó como buenamente pudo, con una dosis de autocrítica que se redujo a: la culpa de todo es de los demás; es culpa de la cultura española y es culpa de Mestalla.

-“Como los resultados no fueron los deseados, todo ello afectó al equipo. Los jugadores estaban atemorizados en Mestalla y eso afectó a la relación entre técnico y futbolistas. Dejaron de creer. Hubo que tomar una decisión” (destituir a Nuno)

-“No se puede cambiar de entrenador por una racha cuando los jugadores creen en él. Creen en Neville. Entiendo la cultura de fútbol en España, pero creemos en lo que hacemos y seguimos una dirección si entendemos que es la correcta”.

-“Quizás es algo arraigado en la cultura española, pero entendemos que cambiar muchas veces de entrenador es un desastre”.

Así defendió Layhoon las decisiones deportivas en su visita al diario AS. Hubo que echar a Nuno porque Mestalla boicoteaba al equipo y el Valencia ha perdido sus opciones de ir a Champions y ha estado bordeando el descenso no porque la brújula deportiva del club tuviera el norte al revés, sino por la cultura española, que lo quiere hacer todo a lo loco.

Claro que es un desastre cambiar muchas veces de entrenador, Layhoon, pero lo más desastroso es dar motivos para que haya que cambiarlos.

Son argumentos impropios, de poco nivel, un tanto altivos. Desde la atalaya de quienes saben mucho más de gestión que esos de Mestalla y esos de la cultura española, la presidenta explica con palabras graves y desapercibidas que los errores no son suyos, son de los demás. Esperaba que llegados a este momento estuvieran claros los porqués del desacato futbolístico; pues no.

Invertir como los que más en fichajes pero caminar zombies por la media tabla y caer pronto en Champions, darle un equipo en peligro nuclear a un amigo inexperto, conformar un grupo de jugadores aletargados jornada tras jornada a pesar de haber sido fichados a precio de estrella, nos explica la presidenta que es porque los jugadores estaban atemorizados en Mestalla.

Creí que se habían diagnosticado los errores y empezaba una nueva etapa basada en el profesionalismo, también creí que los resultados no llegaban como causa de una tremenda chapuza deportiva y un nepotismo poco favorecedor. Pero todo eso debía ser accesorio, la culpa es de la cultura española y el atemorizador Mestalla. Menos mal que el estadio ahora ya deja ganar al Valencia.

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