VALÈNCIA. "Morales está regular. No sabemos qué tiene, le van a hacer pruebas porque tiene una molestia en parte de hueso. Ojalá sea un esguince, porque eso sería que estará quince días fuera. Esperemos que sea eso porque nos hace falta". Es la declaración exacta del entrenador del Levante, Julián Calero, minutos después de cosechar el último empate liguero en Ferrol, el pasado viernes. Una hora antes, el Comandante, uno de los futbolistas más importantes para el preparador de Parla, había pedido el cambio por un esguince en el tobillo derecho tratando de rebañar un balón en ataque a Señé.
De la resonancia magnética a la que fue sometido el delantero el sábado -que reflejó una rotura del ligamento peroneo astragalino anterior (LPAA) en el tobillo- a la declaración pública de hoy del entrenador han pasado 72 horas. "Es una situación que tiene que ver con sus sensaciones. Se encuentra mejor y la inflamación del tobillo le ha bajado y quería ver las sensaciones y no ha tenido malas sensaciones. Mañana haremos algo especial para ver si puede y nos lo va a decir el jugador" ha dicho este martes Calero en la rueda de prensa previa al partido ante el Málaga, reubicado en el calendario por la Dana.
Los primeros pasos de la recuperación de Morales han marchado mejor de lo esperado. Lo que en un principio se presuponía que iba a arrancar con la inmovilización de la zona en la primera semana antes de valorar el reintegro de cargas en el tobillo, ha resultado encontrarse en una etapa mucho más avanzada. De manera exprés, mucho más rápido de lo que se figuraban los servicios médicos del club. Fuentes de la entidad aseguran que, tal y como ha comentado el técnico en sala de prensa, la inflamación se ha reducido mucho, hasta el punto de que el propio Morales ha querido probarse en campo y parcialmente con el grupo.
Lo extraordinario de la meteórica recuperación es la rotura de la que, en un primer parte, informó la entidad de Orriols. Fuentes consultadas por este diario informaban el pasado domingo de que un esguince de tal grado con afección al LPAA y con rotura podría alcanzar los dos meses de recuperación, una información corregida por el Levante, que aunque en su parte médico público recogía el clásico "la evolución de la lesión marcará su incorporación a los entrenamientos con el grupo", marcaba el regreso del jugador en un lapso de tres a cuatro semanas.
Sea como fuere, esa era la clave de la lesión, una rotura del ligamento que, hoy, parece no ser tal. Y es que se entiende que esa rotura puede proceder de una lesión anterior, como también ha trasladado el entrenador. Esas posibles cuatro semanas de tiempo estimado de baja, Morales las ha rebajado a cuatro días. Según Calero, entre otros motivos, por las "ganas de ayudar" del Comandante y su compromiso: "Querer es fundamental y él ha querido".
El cuerpo técnico esperará a los últimos tests de este miércoles para decidir sobre la incorporación de Morales a la convocatoria del encuentro de la tarde ante el Málaga. Se valorará el reposo, en cuyo caso Calero ha asegurado que podrá estar listo para enfrentarse al Burgos el domingo en el Ciutat.