bombeja agustinet! / OPINIÓN

La salvación probable

21/01/2022 - 

VALÈNCIA. Como buen temerario, nunca he sentido el pánico ante la hoja en blanco. Sin embargo, hay algunos temas en los cuales sé que hoy no insistiré:

a) En que la salvación es posible y probable; ni en que es más fácil conseguirla que volver a Primera; ni en que el descenso podría ser dramático y truncaría el progreso del club.

b) En que este mercado de invierno es esencial para rehacer el vestuario, quedarse con los más comprometidos, dar salida a aquellos con lo que no se cuenta y aligerar masa salarial.

c) En que hay que centrar esfuerzos en dos buenos centrales.

d) En el poder mediático de los representantes de futbolistas.

e) En las carencias del club por culpa de una gestión autocomplaciente y por la falta de autocrítica.

Hoy me limitaré a enumerar los ocho equipos que tienen una plantilla inferior a la del Llevant: Cádiz, Alavés, Mallorca, Getafe, Elche, Granada, Espanyol y Rayo (y hay otros tres que están ahí, ahí: Celta, Osasuna e incluso Valencia). Creo que en general estarán ustedes bastante de acuerdo. Pese a ello observen la distancia que nos llevan (es cierto que todos menos los vallecanos tienen un partido más): Rayo +20; Valencia +18; Espanyol +16; Celta +15… Y no sigo.

Permítanme insistir en cómo la actitud y la convicción son esenciales en el mundo del fútbol. En cómo hay entrenadores capaces (más allá de los argumentos estrictamente futbolísticos) de convencer a sus futbolistas de que son mejores de lo que en realidad son, de hacerles entender que un plus de intensidad puede decantar un partido y más aún en una liga tan igualada, donde casi todos se deciden por pequeños detalles.

Ando metido en un libro ambicioso. En esto de escribir el 70% del tiempo se va en pensar, investigar y guionizar; otro 25% en revisar lo escrito, y un 5% ya se dedica a martillear el teclado, con más o menos acierto. En la primera fase releí la crónica del partido de la fase previa de la Copa de 1926 que enfrentó a Llevant (con ocho cabanyaleros en el once) y Barça en Valencia. Hace la friolera de 96 años pero el cronista hablaba justo de los detalles que en el fútbol lo cambian todo. Y eso que los culés, tras haber arrollado en les Corts a la escuadra blanquinegra, volvieron a imponerse 1-4. El plumilla entendió que las espectaculares paradas del húngaro Ferenc Plattkó llegaron en los momentos decisivos del partido, cuando mejor jugaba el Llevant y un gol podía cambiarlo todo. Los errores puntuales de Boro, el cancerbero valenciano, penalizaron, por el contrario, de forma decisiva. El encuentro no tuvo que ver con el de la ida; los valencianos esta vez plantaron cara, pero tuvieron el match point de Woody Allen en contra. Ya saben: la pelota que queda suspendida sobre la red y un anillo sobre el pretil del río. Los detalles que cambian un partido de tenis o una vida.

Ante el Mallorca, el Llevant pudo obtener una primera victoria plácida, si entra el balón de Roger al palo en el 50’. Pero también pudo ser todo lo contrario, si Aitor no desvía lo justo el tiro de Llabrés que se colaba junto al palo, en el 4’; o si Román desvía el balón que tocó en el 1-0, tras la ejecución de Soldado. El Llevant mereció ganar (otra vez) pero Orriols infartó. Aitor, sin embargo, paró el penalti, que no se repitió por una milésima de milímetro. Por si faltaba algo, el VAR anuló (justamente) el empate bermellón en el 80’. Match point total. Ya era hora de que la pelotita, tras dar en la red, no regresara a campo propio. En todo caso, tampoco quería constatar lo obvio: que el Llevant tuvo el punto de fortuna que necesitaba y que tanto se le había negado. Sirva la presente para atenuar el creciente resultadismo que nos sacude, como una convulsión.

Ahora bien: ganen al Cádiz por lo civil o por lo criminal. Nosotros volvemos a infartar, si es necesario, pero ganen y conquisten del todo la ilusión de que la gesta de la salvación es probable (y más aún que lo será con 14 puntos) además de posible.

••• Aitor 2024. Aparte de ser decisivo en la primera victoria, la renovación del de Arrasate marca la senda del futuro que necesitamos: profesionales honestos y trabajadores, hombres de club. Aitor se compromete con un equipo en el alambre y teniendo un gran competidor por la titularidad, Dani Cárdenas. Una apuesta firme y sólida que el levantinismo sabrá valorar. Y un ejemplo para otros.

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