La sanción a Maxi Gómez le abre a Marcos André un hueco en el once

VALÈNCIA. El Comité de Competición de la RFEF sancionó con un partido al valencianista Maxi Gómez después de su doble amarilla -y consiguiente expulsión- vista el pasado sábado ante el Athletic de Bilbao. Dicho fallo impedirá al delantero uruguayo actuar ante el Cádiz el próximo sábado en el Nuevo Mirandilla si no prospera el recurso que ha anunciado que va a presentar el conjunto de Mestalla.

Este hecho provoca un hueco en la delantera del equipo de Bordalás que hasta ahora se había mostrado inalterable en cuanto a sus integrantes: Gonçalo Guedes y Maxi Gómez.

La incidencia directa de la participación del charrúa en el juego del equipo es muy importante por lo visto hasta el momento. Más allá del gol y la asistencia conseguidos en 7 jornadas, las apariciones del uruguayo para proteger la pilota y lucharla ante los defensas rivales a la hora de la salida de la pelota en largo es fundamental. También aporta en la defensa en área propia en el juego de pelota parada del rival. Todos esos condicionantes hacen que el juego de Maxi Gómez haya sido elogiado por el técnico alicantino en diferentes ocasiones al ser preguntado: "Está rindiendo a un gran nivel. Sólo lleva un gol pero trabaja, presiona y le da desahogo al equipo. Siempre voy a poner en el once a los que pienso que van a ser mejor para ese partido".

El hueco que dejará Maxi tiene todos los visos de ser aprovechado por Marcos André. El brasileño, quien se estrenó de cara al gol el sábado pasado ante el Athletic, va ganando presencia en el equipo en forma de minutos. Hasta ahora suma 79 minutos distribuidos entre los 22 de su debut ante el Alavés, los 3 ante Osasuna, los 11 ante el Real Madrid, los 23 ante el Sevilla y los 20 del pasado sábado ante los bilbaínos.

Pese a que todos los focos apuntan para el sábado hacia el ex delantero del Valladolid para ocupar el hueco provocado por la sanción de Maxi, hará falta ver su aportación en el once a la hora de aportar los parámetros ya referidos como la lucha en la salida de pelota en largo desde la defensa o las intervenciones defensivas en propia área a la hora de neutralizar el juego aéreo del rival.

Pese a no ser un futbolista físicamente débil, parece que el de Maranhao tiene unas condiciones diferentes a Maxi y que mejora al charrúa en conducción de pelota -entre otras virtudes-. Sin embargo, es toda una incógnita cuál será su aportación, si Bordalás sigue apostando por las mismos ingredientes a la hora de laborar su fútbol.