El Rapid de Viena actual no aspira a ganar la Europa League, pero es un buen equipo de mediocampo hacia adelante, con una interesante propuesta ofensiva, con protagonismo de tres jugadores ofensivos y extremos que tienden a cortar por dentro
VALENCIA. La suerte sonrió al Valencia ayer en el sorteo de Nyon. Logró esquivar a casi todos los "cocos", llámense Nápoles, Manchester United, Oporto, Leverkusen, Lazio o Tottenham, y le tocó un club eso sí, histórico: el Rapid de Viena, el club más popular de Austria. Y el que él puede seguir diciendo en voz alta que nadie ha ganado tantos títulos nacionales como ellos. Acumula 32 Ligas en sus vitrinas, aunque las dos últimas ya datan de las de 2005 y 2008. Más 14 Copas y 3 Supercopas. Todavía ostenta el mejor palmarés de Austria. Sin contar una Liga alemana en el 41. Es el actual subcampeón de Liga.
El Rapid de Viena dio la campanada en agosto y eliminó al Ajax en el Amsterdam Arena, 2-3 y firmó en ese mes la gran sorpresa de la fase previa de la Liga de Campeones. Y que estuvo a punto de cargarse al Shakhtar Donetsk en la última eliminatoria de la Champions. Sólo le faltó un gol más. Y, ya saben esta temporada lo que es jugar contra un equipo español en la Europa League. En el mítico Ernst-Happel -antiguo Prater vienés-, donde España con el gol de Torres conquistó la Eurocopa 2008 y donde sólo juegan los partidos internacionales por tema de aforo, consiguieron los tres puntos, con dos goles a balón parado, y El Madrigal los perdieron, pero al final se clasificaron primeros de grupo dejando al Submarino Amarillo por debajo. Y no ganaban los austríacos a un equipo español desde 1968.
Es un club que quiere reverdecer viejos laureles tras verse superado durante los últimos años por su eterno rival, el Austria Viena, y, sobre todo, el Red Bull Salzburgo del multimillonario Dietrich Mateschitz. El conjunto dirigido por Zoran Barisic lleva tiempo sin destacar en Europa. Ha llovido mucho desde la semifinal de la antigua Copa de Europa en el 61, y dos subcampeonatos de la Recopa, en el 85 y 96. Hace ya 20 años cuando los austriacos llegaron a su segunda final de la extinta Recopa ante el PSG de Luis Fernández, perdida en el Heysel de Bruselas. Esos fueron sus logros más importantes. Eran tiempos del gigantón alemán Jancker, del ex realista Kühbauer, del ex bético Ivanov, y donde jugaba su técnico Barisic. Antes siempre recordarán en Viena al gran delantero Hansi Krankl, que del Rapid se fue al Barcelona. Y también en el Rapid jugó junto a Krankl, el célebre Antonin Panenka.
A partir de ahí, la historia europea de los verdiblancos se fue marchitando y esperan en esta edición volver a su mejor escena continental. Y en casa son fuertes. Desde una derrota por 0-4 ante el Bayer Leverkusen en una fase de grupos de la Europa League 12/13, el Rapid acumula diez partidos consecutivos sin perder (7 victorias y tres empates). Y esa racha le ha servido para superar por vez primera, esta última fase de grupos en sus cuatro últimas partipaciones en la competición.
El Rapid de Viena actual no aspira a ganar la Europa League, pero es un buen equipo de mediocampo hacia adelante, con una interesante propuesta ofensiva, con protagonismo de tres jugadores ofensivos y extremos que tienden a cortar por dentro, Louis Schaub, el jugador zurdo mediapunta, y el más talentoso del equipo a sus 20 años, aunque una lesión le hace ser duda para el primer partido. Él hizo dos golazos con esa precisa pierna izquierda que tiene al Ajax. Y, en la otra banda, Kainz, que hace goles pero sobre todo da muchas asistencias de gol. Por la derecha, un rapidísimo y hábil en el uno contra uno y buen pase como Schobesberger, y por detrás de los tres, el capitán y santo y seña del Rapid, el alemán Steffen Hofmann, 35 años, aunque sólo en el su Dni, porque vuelve a estar en forma, con un muy buen último pase. De la cantera en su día del Bayern Münich -sólo jugó 1 minuto en la Bundesliga-, lleva desde el 2006 en el Rapid y sus números son para enmarcar: 490 partidos, 123 goles y 195 asistencias. Se dice pronto pero no está al alcance de muchos. Es el mejor especialista a balón parado del equipo. También me gusta el medio Stefan Schwab, pieza clave en el equilibrio del centro del campo y sabe irse hacia arriba.
El Rapid es un equipo que tiene buenas maneras, bien puesto en el campo, una primera línea de presión intensa, capaz de salir bien al contragolpe, más débil atrás, y algunos buenos jugadores, pero también le falta experiencia, porque salvo el portero ahora lesionado, el eslovaco de 32 años, Novota -1m99-, el "capi" y cerebro del once vienés, Steffen Hofmann -35-, y el central Sonleitner -29-, ninguno de los demás jugadores sobrepasa los 25. Aunque hasta que cayó 1-0 en El Madrigal, el Rapid junto al Nápoles eran los dos únicos equipos con pleno de victorias en la fase de grupos.
Queda mucho aún para febrero. Hay bastantes posibilidades para el Valencia. Ha habido suerte, mucha suerte, porque no ha tocado ningún "ogro" de los que estaban en el bombo, pero con el Rapid tampoco ha tocado una de las peritas en dulce y ha sido primero de su grupo, busca en la Europa League lamer las heridas abiertas, y sabe lo que es ganar al Ajax en Holanda, al Viktoria Pilsen en Chequia, y al Villarreal en Austria. Y el Ernst Happel Stadion alberga una mística más que especial, con más de 40.000 gargantas apoyando y con los conocidos por su violencia en Austria, los ultras del Rapid.