VALÈNCIA. Guantazo tras guantazo. Hostia tras hostia. Combate tras combate. No estoy hablando del espectáculo que dieron los contendientes en el pedazo de show que montó Ibai el pasado fin de semana, pero bien podría ser algo similar. Es la dinámica a la que nos ha acostumbrado en el día a día el entorno valencianista en lo que se refiere al estadio, a la confección de plantilla o a, por decir otro ejemplo, la elección de los nuevos ejecutivos que deben entrar al club. Posiciones cruzadas y contrapuestas con una crispación que ha obligado a cambiar de rumbo drásticamente el funcionamiento del club.
Pero es que creo que la afición está cansada de tanto cruce de declaraciones, viajes, reuniones, dimes y diretes. Que un político diga una cosa y un ejecutivo del Valencia CF otra totalmente distinta; o que nadie entienda todavía por qué no se ha empezado un estadio que, en condiciones normales y lógicas, debería estar ya funcionando. El club está en movimiento pero parado; las instituciones toman decisiones pero no terminan de avanzar nada.
Y digo yo, pues ya que se dan hostias día tras día en los medios de comunicación, vamos a organizarlo bien y que se las den en público, con normas pactadas y echándonos unas risas entre todos retransmitiéndolo en directo. Vamos a organizar la velada del año del Valencia CF. Y no, no me refiero a la solidaria que se suspendió por culpa de Anil Murthy.
Por ejemplo, aprovechando la visita de Layhoon –que ya se ha reunido con Ximo Puig para acercar posturas-, habría que emparejarla sin lugar a dudas con Sandra Gómez. Quien gane decide los asientos iniciales del campo, si el estadio lleva pista de atletismo y si van para adelante las licencias o no. Está claro que Layhoon lo tendría casi tan complicado como Bustamante contra Mr Jagger a priori, pero quién sabe… también pensábamos que Bruce Lee iba a caer contra Chuck Norris en “El Furor del Dragón” y lo reventó. Es una lotería.
Para tortas las que se daría la prensa valenciana, ¡mamma mia! Aquí tendríamos para peso pluma, welter y hasta peso pesado. Porque pesados, los periodistas, somos un rato con algunos temas. Sería algo así como: “En la esquina azul, blanqueador, monchito y meritoner…. Fulanito de tal”; “Y en la esquina roja, todomalista, agorero y cenizo, Menganito de cuál”. ¡Menudo show! El que gane se adjudica quién lo adelantó primero y algunos likes en Twitter.
¿Y entre twitteros? Pues también hay sitio para Twitter Valencia. Hace poco vi cómo se retaban al estilo John Cobra y el Batu por redes sociales para un partido de fútbol. Increíble pero cierto. Lo malo que igual pasa es que algunos repetirían combate una y otra vez con tantas cuentas fake que usan al mismo tiempo…
¿Veis? Hay que hacer una velada de boxeo como la de Ibai, está claro. Es más práctico, estaría todo controlado y, al menos, nos echaríamos unas risas viendo cómo se preparan todos para tal evento. Yo me ofrezco a narrarla.
Bromas a un lado, con guantazos o sin, lo que está claro es que el Valencia CF sigue con mucho ruido y pocas nueces. Ni va para adelante ni para atrás. Ni se pone en marcha lo deportivo ni tampoco lo institucional. Vemos, leemos y escuchamos todo tipo de reuniones, pactos, viajes, charlas y proyectos pero nada de nada. Ni venden, ni acaban el campo. Ni fichan, ni venden hasta los percheros. Pasan los rounds, se acerca el sonido de la campana y cada vez es más difícil saber quién gana a los puntos porque, lo que está claro, es que esto va camino de dejar KO al Valencia CF.