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La ventaja (o no) de jugar en casa en tiempos de coronavirus

27/06/2020 - 

VALÈNCIA. Una idea que parece instaurada en los deportes colectivos es que el equipo que juega en casa parte con ventaja, debería tener más opciones de ganar su partido.  Parece como si hubiera algo en el ambiente que se instaura en los jugadores que les hace más fuertes, sólo por jugar en su cancha.

Pero claro, en un deporte como el fútbol, donde juegan once contra once, o el baloncesto o fútbol sala que son cinco contra cinco, en unas dimensiones del campo que son similares en todos los estadios ¿qué influye para que esta idea sea cierta? ¿Realmente se parte con ventaja cuando se juega como local? ¿O en ocasiones es una desventaja?

Ya sabemos que los/as deportistas rinden bien cuando confían en lo que realmente pueden hacer para lograr lo que se proponen, se centran en lo que depende de ellos/as, plantean las acciones como un reto ilusionante, buscan soluciones en lugar de problemas, se sienten seguros/as ante determinadas situaciones y pelean juntos por un mismo fin, entre otras cuestiones.

En una cancha muy conocida, la propia, la de casa, se dan ciertas condiciones que favorecen el rendimiento: se sienten seguros, el público les alienta para que todos/as luchen juntos por un mismo fin, les orienta a retos ilusionantes… o debería ser al menos así. Es decir, los/as deportistas que juegan como locales en principio “están a gusto” en esa situación en un ambiente conocido y favorecedor para su rendimiento. Tal vez.

Y a eso, seguramente deberíamos añadir que, como se supone que el local debe ganar, la gran mayoría de planes de partido presuponen esta cuestión, lo que también puede influir en el tipo de rendimiento.

¿Jugar de local es siempre una ventaja? Si, por ejemplo, el público en lugar de animar, crea un ambiente hostil, seguramente no, incluso puede ser perjudicial.

Y ahora están estas nuevas condiciones que nos ha traído el coronavirus, donde las circunstancias de local son muy diferentes. Por ejemplo, en fútbol el “calor de la afición” (y la sensación de que todos/as juntos/as pelean por un mismo fin) ya no está. Y tampoco los estímulos propios de un partido “normal”, aunque en algunos casos se sigue jugando en la cancha como local.

Es, al menos curioso, observar cómo los equipos de fútbol como el Valencia CF o el Villarreal CF juegan en sus estadios, el Valencia Basket la Excepcional Fase Final de la Liga Endesa en la Fonteta, el Levante UD de fútbol en su nueva casa de La Nucía o el Levante UD de Fútbol Sala en sede única aparentemente neutral y cómo todo esto afecta al rendimiento.

Es difícil medir hasta qué punto influye el “factor local” en las competiciones actuales, aunque lo cierto es que el equipo que mejor rinde es el que mejor se adapta a cada situación logrando su estado óptimo de funcionamiento. Y eso hay que trabajarlo, entrenarlo.

Estas nuevas competiciones tienen, si cabe, este aliciente más para comprobar hasta qué punto influye todo esto. Disfrutaremos y estaremos atentos a estas finales de liga apasionantes.

David Peris Delcampo

@dperisd

Psicólogo Experto en Psicología del Deporte · Entrenador Nacional de Fútbol y de Fútbol Sala · Presidente de la Associació de Psicologia de l’Esport de la Comunitat Valenciana (APECVA) · Vicepresidente de la Federación Española de Psicología del Deporte · Profesor de la Universitat de València