VALÈNCIA. Sin duda el inapelable 3-0 copero ante el Atlético de Madrid fue una victoria con la cara de los Williams, ya que fueron Iñaki y Nico los que lo desequilibraron el partido y doblegaron a los colchoneros con los goles decisivos, pero más allá del protagonismo estelar de los hermanos ese fue un triunfo de Lezama.
Porque hasta diez de los jugadores se formaron, y se siguen formando en la factoría rojiblanca. Incluso el undécimo. Oscar de Marcos, llegó a jugar un partido con el Bilbao Athletic cuando en 2009, con 20 años y más promesa que realidad, recaló en Bilbao sin tener demasiado claro si llegaba para la primera plantilla o a incorporarse al filial.
Esa decisión fue la que invalidó ser de la cantera de Lezama a un 'athleticzale' de cuna y que reúne todos los requisitos y muchísimas de las virtudes que le pide a un jugador propio la grada de San Mamés.
Pero considerarle canterano podria ser excesivo. Lo que no ocurre con el resto de la alineación que pasó por encima del equipo de Diego Simeone en una noche que se recordará en Bilbao por el hito pero más por la tranquilidad con el que lo vivió una afición que antes del partido no daba la eliminatoria por ganada con el 0-1 del Civitas Metropolitano, ni mucho menos.
Los demás, todos de Lezama. Desde los Williams, las estrellas, a Julen Agirrezabala, el meta al que no tiene reparo Valverde en colocar bajo palos en la Copa aún a pesar de contar con un portero de la dimensión de Unai Simón, titular en la selección española campeona de la Liga de Naciones. También salido de Lezama.
Los que acompañaban a De Marcos en defensa, Dani Vivian, Aitor Paredes e Iñigo Lekue, también son canteranos. Y los tres con una historia de superación para hacerse con un puesto en principio no destinado para ellos. Pero su papel está temporada, los tres a alto nivel como el resto del equipo, les ha alejado de los debates.
Oihan Sancet y Gorka Guruzeta conforman con los Williams el cuarteto mágico ofensivo que este año está llevando en volandas a los de Ernesto Valverde. Los dos con consideración muy diferente.
Sancet, lanzador el jueves de los hermanos con pases profundos que desnudaban a la defensa visitante, está llamado a ser la tercera estrella rojiblanca con los Williams, o la segunda emergente junto a Nico.
A Guruzeta, donostiarra como Artiz Aduriz, se lo ha sacado el técnico casi de la nada, después de ser recuperado sin demasiada fe tras pasar por el Sabadell y el Amorebieta, una vez que tuvo que abandonar Lezama. Donde se crió él y su hermano Jon, ahora en el Sestao River en Primera Federación. Otra pareja de hermanos.
Los 12 goles que lleva 'Gurugol' ya esta temporada no se los esperaba nadie. Probablemente ni él, que en el Amorebieta marcó 13 para que volviesen a reparar en él técnicos que ya le conocían de sobra.
También son de Lezama otras dos 'perlas' que ha encontrado este año el Athletic, Iñigo Ruiz de Galarreta y Beñat Prados, dos centrocampistas de altura.
'Galaxy' volvió, '¡por fin!, a los 30 años a donde apuntaba a figura desde chaval. Un retorno que retrasaron las lesiones y esas cosas que pasan en el fútbol que nadie las ve venir. Un talento así estaba destinado a vivir en Lezama toda la vida y estuvo de un lado para otro durante una década larga.
Con su llegada Galarreta le ha dado otro nivel al medio campo, donde 'rasca' igual que juega. Y juega muy bien. Como también está tremendo Prados, un hallazgo inesperado y jugador 'box to box (de área a área)' que minimizó por segunda vez este año en San Mamés al medio campo del Atlético. Que no es poco decir. Koke, Rodrigo de Paul y Marcos Llorente no son cualquier cosa.
En el Athletic de Lezama es hasta el entrenador, Ernesto Valverde, criado en Vitoria y formado en el Alavés como jugador en una carrera que en la que antes de llegar al equipo rojiblanco pasó por el Sestao, Espanyol y Barcelona. Incluso se retiró en el Mallorca, al que se medirá en la final.
Pero en cuanto llegó a Bilbao entendió que el Athletic es su club y en Lezama dio sus primeros pasos como entrenador hasta que saltó al primer equipo desde el Bilbao Athletic. Y ya son ocho temporadas en tres épocas diferentes en el banquillo rojiblanco junto a su ayudante Jon Azpiazu, también criado, en su caso asimismo como jugador, en Lezama.
Que en la alineación del Athletic haya muchos jugadores de Lezama es normal y muy habitual durante décadas, pero también es verdad que el club vasco siempre está abierto a fichajes que le ofrezca el mercado y potencie lo suyo.
Pero ese camino, por el devenir del fútbol y los equipos vecinos a los que solía acudir, ya se lo hacen más difícil. Así que de un tiempo a esta parte la apuesta está clara: Lezama, Lezama y más Lezama.
Hasta el punto de que en breve, la próxima temporada o la siguiente como mucho, prácticamente toda la plantilla rojiblanca será de su cantera. Seguro que con menos excepciones que ahora, que se les acerca el final a, entre otros, Dani García, Ander Herrera y Raúl García. Todos con la treintena superada hace años y todos llegados de más allá de la factoría rojiblanca.
Como De Marcos y Yuri Berchiche. Que sí pasó por Lezama, pero también por otros sitios.
Sin ellos el Athletic será aún más de Lezama, casi con la única excepción de Alex Berenguer si el navarro renueva, que termina contrato.
Y, por lo que parece, a la vista de su rendimiento esta temporada excepcional, los 'leones' seguirán compitiendo. Fueron los Williams los que derribaron al Atlético pero, previamente, Lezama le había arrinconado.