VILA-REAL. La inminente venta de Filip Jörgensen al Chelsea a cambio de una cifra cercana a los 25 millones de euros confirma al danés como el primer gran éxito de la cantera del Villarreal en lo que a la portería se refiere. Desde la llegada de Fernando Roig al club en 1997, Miralcamp ha visto crecer futbolistas de renombre como Santi Cazorla, Bruno Soriano, Manu Trigueros o Gerard Moreno, pero no ha sido hasta la explosión de Jörgensen cuando ha conseguido sacar un portero del máximo nivel.
Andrés Palop, López Vallejo, Pepe Reina, Sebastián Viera, Diego López, Sergio Asenjo y Gerónimo Rulli habían sido los guardametas del Submarino amarillo desde su llegada a la Primera División, pero ninguno de ellos formado en la cantera grogueta. Una racha que se mantuvo durante 25 años, hasta que en el verano de 2023 el club de la Plana decidió apostar por Filip Jörgensen como portero titular para la temporada 2023/2024.
Seis meses antes Gerónimo Rulli, héroe de la Europa League levantada en 2021, había abandonado el club para marcharse al Ajax a cambio de unos ocho millones de euros. Así, durante la segunda mitad de la temporada la titularidad fue para Pepe Reina, permitiendo a Jörgensen asentarse en el primer equipo como segundo portero y disputar seis partidos entre Conference League, Copa del Rey y Liga. Su momento por fin había llegado después de llegar al Villarreal con 15 años y trabajar duro en las diferentes categorías inferiores.
A pesar de dejar dudas en alguna de sus actuaciones e incluso recibir pitos puntuales por parte de algunos aficionados, a Jörgensen se le empezaron a ver hechuras de gran portero, por lo que el Submarino decidió no reforzar esa posición en el mercado veraniego. Así, Jörgensen comenzó la temporada 2023/2024 como titular de la mano de Quique Setién, que le dio toda su confianza, y siguió siendo indiscutible tanto con Pacheta como posteriormente con Marcelino.
Lo cierto es que la temporada de Jörgensen bajo palos no fue para nada sencilla, ya que el Villarreal presentó el peor nivel defensivo de los últimos años y en cada partido recibía una enorme cantidad de llegadas con peligro. Esto provocó que el guardameta danés terminara el curso como tercer portero más goleado de la Liga con 63 tantos recibidos en 36 jornadas.
Sin embargo, se fue ganando al público a base de buenas actuaciones y partidos en los que, de no ser por él, el Villarreal hubiera encajado todavía más goles. De hecho, terminó la Liga como portero con más paradas del campeonato con un total de 143, a una media de 4 por partido disputado. Especialmente destacadas fueron sus actuaciones en el 0-0 en el Coliseum de Getafe y en la victoria por 3-1 en La Cerámica ante Osasuna.
El alto nivel que demostró durante la temporada le sirvió para ganarse una renovación que aumentó su salario y amplió su contrato dos años más, hasta 2029. Ahora bien, la extensión contractual no alejó el interés de varios equipos de la Premier que ya habían puesto sus ojos sobre él, en especial un Chelsea que es el que ha terminado por apostar más fuerte.
El conjunto londinense ha puesto sobre la mesa unos 25 millones de euros, una cantidad difícil de rechazar para el Villarreal. La operación es redonda teniendo en cuenta que se trata de un guardameta que llegó con 15 años a coste cero y se marcha con 22 después de una única temporada como titular en el primer equipo.
Con todo, la de Jörgensen es la segunda gran venta que los groguets hacen a los ‘blues’ en cosa de un año, después de que el pasado verano el delantero senegalés Nico Jackson volara hacia la capital inglesa dejando 38 millones de euros en las arcas del Submarino.