CASTELLÓ. Al inicio de pretemporada, cuando Dick Schreuder reveló el modelo de juego que iba a implantar en el Castellón, se daba por hecho que los albinegros marcarían muchos goles, pero que también los recibirían. De momento, lo primero se está cumpliendo con creces, mientras que lo segundo está lejos de las proyecciones iniciales.
Y es que el conjunto de la Plana cuenta con uno de los mejores registros defensivos de del grupo 2 de Primera Federación gracias a los siete goles que ha recibido en ocho jornadas, lo que supone la cuarta cifra más baja de su liga.
Este rendimiento es sobresaliente teniendo en cuenta la gran cantidad de jugadores que acumula arriba, incluidos los defensas. Éstos tienen una función importante en el ataque del Castellón, por lo que se arriesgan a dejar en inferioridad la zona de retaguardia. Sin embargo, sus buenos balances defensivos están reduciendo las llegadas peligrosas de los rivales.
A esto hay que sumar las grandes actuaciones de Gonzalo Crettaz, que ha hecho apariciones providenciales en situaciones de peligro manifiesto. El meta argentino ha salvado al Castellón en numerosas ocasiones, ganando manos a mano y hasta parando un penalti en el choque más reciente, frente al Ceuta.
El portero albinegro también ha evitado acercamientos peligrosos de sus rivales gracias a sus buenas salidas, en una muestra de lo bien que interpreta el juego en bloque alto del equipo de la Plana.
Así las cosas, el Castellón no ha recibido más de un gol en ningún partido, lo que explica su cosecha de 22 puntos de 24 posibles. Porque, cuando recibe tan poco y genera tanto, es prácticamente imposible que obtenga un mal resultado.