VALÈNCIA. Las Fallas de 2019 se ha volcado con el centenario del Valencia CF, que se cumple el lunes 18, y no solo algunas comisiones falleras dedican sus monumentos íntegros a esta efemérides sino que otras reflejan esta celebración en los ninots que exponen a votación popular para ser salvados del fuego.
La coincidencia entre el origen del club y uno de los días más especiales de la fiesta valenciana ha sido una buena excusa para que los artistas falleros plasmen su sátira e ingenio sobre los cien años de la fundación de un club que entra en el grupo de los centenarios del fútbol español.
Aunque cada año las fallas reflejan la importancia que posee el deporte en general y el fútbol en particular en la sociedad valenciana, ahora la celebración valencianista hace que se intensifique más si cabe el foco de atención de la fiesta en el Valencia CF y su afición.
La Exposición del Ninot, que está a punto de cerrar sus puertas en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, es un aperitivo de las Fallas para que los visitantes conozcan de antemano los temas que van a tratar los monumentos y, este año se convierte en una visita obligada para los aficionados del Valencia, que tienen una muestra artística de su celebración.
Allí está representado, a través de los ninots de diferentes comisiones falleras, el nacimiento del club, su historia y el momento presente de un sentimiento, que se transmite de generación en generación.
La falla Barrio Beteró, que aspira a salvar nuevamente a su ninot de las llamas, apuesta por la representación del nacimiento del club en el mítico Bar Torino en el año 1919, plasmado en la figura de una fallera que sostiene en brazos al recién nacido club valencianista.
La mayoría de los ninots relacionados con el deporte ensalza la importancia del Valencia CF en la vida de sus aficionados, con figuras de niños acompañados por sus abuelos y unidos por una misma pasión, como reflejan las fallas Exposición, Barrio Beteró y Plaza de la Reina.
Esta última homenajeará de un modo especial al Valencia CF con la reproducción a cargo del artista fallero Manolo García de "El león del Mestalla", el monumento que en 1925 costearon los socios y aficionados de la entidad deportiva.
La exposición del ninot, que deja a votación del público que la visita qué figura de cada categoría (grande e infantil) se salva cada año del fuego, incluye también míticos valencianistas como el "matador" Mario Kempes, representado como todo una "máquina del fútbol".
Pero lo relacionado con el Valencia CF tampoco escapa a la crítica y la sátira fallera, que también se ceba con el propietario del club, Peter Lim, representado mientras pisa un saco de dinero con forma esférica, en lugar de un balón de fútbol.
La figura de la mujer y el feminismo, en su lucha por salvarse de la quema, tampoco se quedan atrás en su relación con el club, pues en fallas como la de "El tío Pep", de categoría infantil, presenta la escena de una niña acompañada por "Espanyeta", el mítico utillero del Valencia CF.
La comisión Moraira-Nazaret ensalza a la juventud valencianista en las gradas del estadio de Mestalla, y en su falla una chica ocupa el nivel superior del graderío vestida con la equipación del club.
Las críticas políticas relacionadas con el fútbol tampoco faltan, sobre todo en relación al conflicto catalán, y la falla de Poeta Mas y Ros compara la situación entre España y Cataluña con un partido de fútbol.
La posible exhumación de los restos de Francisco Franco se propone a través de diversos ninots, uno de los cuales refleja al dictador bajo el lema "Paco, calienta que sales", al aprovechar el símil futbolístico.