La UD Las Palmas busca mantener la trayectoria ascendente con la que acabó la pasada temporada, tras retener a la columna vertebral de su plantilla y unirle un fichaje de relumbrón como Kevin Prince Boateng
VALENCIA. La UD Las Palmas es el primer rival liguero para la nueva temporada del VCF. El equipo canario visita Mestalla con la ambición de sumar los tres puntos para empezar una temporada en la que sus aspiraciones no tienen techo, siempre desde la prudencia de la prioridad, certificar la salvación.
La llegada de Quique Setién al banquillo insular supuso un antes y un después para un equipo recién ascendido. Con el relevo en la dirección, el conjunto canario salió del pozo destacando con un fútbol vistoso y atrevido, que le valió para certificar la salvación a falta de tres jornadas y quedarse en un meritorio 13º puesto, uno por debajo del VCF.
Después de una temporada en la que su columna vertebral dejó buenas sensaciones, el mercado de fichajes no ha hecho más que fortalecer su plantilla. A la continuidad -momentánea- de Roque Mesa, Lemos, Jonathan Viera e incluso Quique Setién, se les une un fichaje de relumbrón para no conformarse con la salvación: Kevin Prince Boateng.
El ghanés, ex del Milan y Schalke 04, significa una incorporación estrella para un equipo que quiere consolidar y continuar una idea de juego que les sirvió para cumplir su objetivo la temporada pasada y convertirse en un equipo difícil y capaz de sorprender a cualquier rival, que aspira a seguir en esa línea ascendente que estableció el pasado año.
Durante la temporada pasada, Las Palmas fue, junto al FC Barcelona, el único rival en enfrentarse a los tres entrenadores que tuvo el VCF. En Liga sacó un empate de Mestalla, que empezó a aflojar la cuerda sobre Nuno, y derrotó en la vuelta al equipo che en el debut de Ayestarán al frente. En cuartos de final de Copa del Rey, con Neville en el banco, un gol de Rodrigo en el Estadio de Gran Canaria decidió la eliminatoria, tras un nuevo empate a uno en el coliseo valencianista.