CASTELLÓ. El Castellón ha dejado constancia en este arranque de temporada de que la propuesta ofensiva que implantó en su juego hace un año sigue vigente en el curso actual. Y es que el salto de categoría no solo no ha restado un ápice de su esencia, sino que la ha consolidado con llegadas constantes a la portería contraria en los tres primeros partidos de Liga.
El atrevimiento con que se ha expresado en este inicio de Liga no ha ido reñido con una buena atención atrás, lo que le ha permitido lograr un punto de equilibrio muy meritorio teniendo en cuenta la gran cantidad de efectivos que suele acumular arriba.
Gracias a esa solidez, el Castellón ha recibido un solo gol en los tres primeros partidos de Liga, lo que le convierte en el líder defensivo de la categoría igualado con Zaragoza y Mirandés.
El último tanto recibido por los orelluts llegó en el primer minuto de la competición, en Ipurúa. Después, los de Dick Schreuder han dejado secos a sus rivales durante 269 minutos. Y eso que enfrente han tenido a tres de los equipos más realizadores de Segunda la pasada temporada.
Además, los albinegros han concedido muy pocas ocasiones y cuando lo han hecho ha aparecido Gonzalo Crettaz para salvarlas. Ante el Burgos, el meta argentino realizó dos intervenciones de mucho mérito para sostener a su equipo en la victoria por 0-2 lograda en El Plantío.
Al margen de las actuaciones bajo palos, el Castellón está obteniendo un rendimiento notable de los integrantes de la defensa de tres: Daijiro Chirino, Alberto Jiménez y Jozhua Vertrouwd.
Especialmente meritorio está siendo el nivel del tercero, que ha mostrado un crecimiento enorme en relación a la pasada temporada, en la que fue suplente habitual. A sus 20 años se está convirtiendo en una realidad después de fichar hace un año como proyecto de futuro.
Asimismo, hay que subrayar el buen hacer de los centrocampistas, con Óscar Gil cumpliendo bien en el puesto de pivote y ayudando a reducir las transiciones peligrosas.
Las buenas prestaciones defensivas del Castellón son la continuación de la labor que realizó el equipo en pretemporada, en la que los de Schreuder mantuvieron la portería a cero en cuatro de los siete amistosos que disputaron.
En Liga se están confirmando esas sensaciones frente a rivales que la pasada temporada estuvieron peleando por el ascenso a la máxima categoría. Sin duda, una buena base para reforzar, en Segunda División, el modelo implantado por el técnico neerlandés.