CASTELLÓ. El Castellón afronta la segunda vuelta liguera con la intención de sostener el buen hacer que ha tenido en la primera mitad de competición. Con la permanencia como primer objetivo y los deberes bien encaminados –suma 29 puntos-, el equipo albinegro solo fracasaría en caso de desplomarse a partir del ecuador.
Uno de los muchos motivos que tiene la afición albinegra para el optimismo es el balance de Dick Schreurer en las segundas vueltas desde que es primer entrenador. Hasta ahora ha firmado dos temporadas completas como técnico principal y sus equipos nunca se han venido abajo, logrando sus objetivos con bastante antelación.
Es cierto que a partir del ecuador han sumado menos puntos que en la primera mitad de Liga, pero en gran parte debido a que lograron el objetivo varias jornadas antes y se dejaron ir en la recta final.
Así, hay que recordar la campaña firmada por el holandés en Primera RFEF dirigiendo al cuadro albinegro (23/24). En la primera vuelta logró 46 puntos, una cifra extremadamente alta y poco habitual en estas categorías y que era prácticamente imposible de mantener en la segunda mitad. Además, los orelluts tuvieron su único bache del curso en esa fase de temporada.
Aun así, reaccionaron ganando siete partidos consecutivos, que fue su mejor racha del curso. Esa segunda vuelta acabó con una buena cosecha, 36 puntos, que pudieron ser más de no haber bajado el pie del acelerador en los tres últimos partidos, con el ascenso ya certificado.
Una temporada antes, dirigiendo al Zwolle en la Segunda División holandesa, Schreuder también firmó una gran segunda vuelta, certificando el buen nivel mostrado en la primera. Aquel año su equipo logró el ascenso directo después de obtener 44 puntos en el primer sector de la Liga y 41 en el segundo. Logró el salto de categoría sin jugarse nada en los cuatro últimos partidos.
El hoy técnico albinegro se incorporó al Zwolle una campaña antes, en Primera División, con la temporada ya iniciada y el equipo prácticamente condenado al descenso. Llegó a poco de acabar la primera vuelta. Su equipo alcanzó el ecuador de la Liga con 6 puntos y dio un gran salto en la segunda obteniendo 21, registro que hubiera sido más que suficiente para salvar la categoría de no ser por la sequía sufrida en las 17 jornadas iniciales.
Ahora busca la permanencia del Castellón después de una buena primera vuelta. El holandés no necesita repetir los 29 puntos obtenidos en esa parte de competición, pero ya ha dicho que quiere igualarlos o mejorarlos.